38 años, muchos de crecieron, cambiaron y vivieron...otros como yo solo sabemos historias a cuentagotas de lo que sucedió un 2 de octubre de 1968, cuando la infamia se apodero y miles sufrieron la rabia de un gobierno opresor que nunca supo resolver un conflicto que pudo y debió resolverse por la paz y mediante el dialogo.
Sólo eran personas que murieron creyendo en lo que consideraban justo y necesario. No hay muerte más noble que morir por los semejantes.
Pero no eran antisociales, rebeldes o revolucionarios que buscaban poner en jaque la estabilidad del país: tan solo buscaban igualdad, un bienestar y libertad como tantos que exigimos heredar un mundo mejor a nuestros descendientes.
La historia la escriben quienes ganan batallas y derrochan sangre ajena y aún hay cosas que debemos y necesitamos saber, nunca un episodio de historia se oculto con tanto cinismo.Que nos juzguen los que nos sigue; que el gobierno ya nos juzgo y seguimos viviendo la condena.