La felicidad es un termino muy subjetivo, lo que a uno lo hace feliz a otro ser no le produce ningún sentimiento o sensación. De la misma forma la felicidad en una persona no es perpetua o perenne.

Sin embargo el director Todd Solondz en “Felicidad” hace un acercamiento crítico a diversos personajes donde trato de acercarnos y demostrarnos los distintos mecanismos que rigen la felicidad para cada uno de distintos seres humanos que aparecen en el filme.

Así Todd Solondz juega con la percepción del espectador, demostrándole lo irrealista e infame y sobre todo desgarradora que puede llegar a ser la búsqueda de esa añorada felicidad. De esté modo muestra historias que de primera instancia pareciera que no tienen nexo alguno, pero conforme transcurre la cinta, acopla y establece uniones entre cada uno de los personajes.

Merece así atención Trish, una persona que cree ciegamente en el futuro de su nación, basada en la perfección de un sistema corrupto y habido de poder de dinero. Instruye a sus hijos en el recelo de una doctrina imposible, cuya frontera invisible se retrata en las reacciones de sus hijos.

Sin embargo para Trish, no todo esta perdido, pareciera que su única esperanza luego su fallido matrimonio vive en la perfección de un sistema patético y que se expresa en cada una de las frases que exclama conforme la película avanza, expresiones que bien podrían ser de un discurso políticamente correcto.

Ahora bien, la identidad personal de Trish permite descubrir esa fragilidad suya que compensa con la tiranía de la instrucción hacia su familia. La relación con su esposo es una doble moral, por un lado reniega y crítica la actitud pedófila de él y sin embargo por amor lo tolera y lo peor termina aceptándolo. Detrás de todo Trish demuestra esa soledad que la ha incapacitado establecer relaciones sexuales con su esposo y la proyecta en la frustración que siente por la decadencia de su sociedad.

Retratando así como cree que es el amor Trish, una farsa que ella ha creado y que al menos la hace sentir bien. No obstante refleja el deterioro de su matrimonio y de su familia, aspecto que niega y demuestra por todas las vías que es el máximo anhelo de cualquier humano.

Si bien el filme puede considerarse como una mirada prejuiciosa de Todd Solonz hacia como percibe la sociedad actual, no hace más que acercarnos a la realidad de esas desafortunadas maravillas de la condición humana.