Las cosas que sorprenden hoy en día. Un equipo de científicos suizos diseño robots pequeños que tenían la capacidad de aprendizaje.

Estos robots debían moverse en una aŕea donde se encontraba "comida" y "veneno" (la comida recargaba sus baterías en tanto que el veneno descargaba sus baterías).

Tales robots tenían un circuito neuronal que se programa a partir de "30 genes" (códigos de software que determinaban que luz encender) que sirven para definir su forma de comportarse y responder al entorno, es decir se iluminaban al interactuar con la comida y el veneno. La primera generación tenía definidos los genes de forma aleatoria. En las siguientes generaciones, los científicos recombinaban los genes que provenían de los primeros.

Pasadas 50 generaciones de robots, habían aprendido a comunicarse y decir a sus compañeros donde estaba la comida y donde estaba el veneno. He aquí los sorprendente: algunos desarrollaron una capacidad para mentir diciéndoles que había comida cuando en realidad era veneno. También hubo robots "héroes" que alertaban a sus compañeros luego de consumir veneno y avisaban a sus compañeros del peligro.

Falto programarlos con las leyes de Asimov | Discover Magazine y Current Biology