Aunque pareciera que el anuncio final de este día miércoles roza la cotidianidad en realidad es más fascinante de lo que parece.

La supernova descubierta por un equipo de investigadores es la más joven conocida dentro de la Vía Láctea. La NASA en los últimos cincuenta años se dedico a la búsqueda de de los restos de una estrella que estallo hace 140 años.

Pese a que los restos de la explosión habían sido descubiertos hace 20 años hasta ahora no había sido posible determinar hace cuanto sucedió el estallido. Mediciones del 2007 proporcionada por el observatorio espacial de rayos X Chandra se han comparado con otras recogidas por el radiotelescopio Very Large Array del Observatorio Nacional de Radioastronomía de EEUU en 1985 para calcular la edad. A partir de todas estos datos es posible entender que sucede cuando una galaxia llega a la fase final de sus ciclo, lo que proporcionaría una mayor comprensión del universo.

Hasta ahora el conocimiento que se tiene sobre la muerte de una galaxia permite entender que la extinción de una supernova libera metales pesados, rayos cósmicos y partículas cargadas de energía que sirven para el nacimiento de nuevas estrellas. Aunque también es sabido que eventos de esta naturaleza están relacionados con el nacimiento de estrellas de neutrones o agujeros negros.
Supernova. Imagen de la NASASupernova G1.9+0.3. descubierta por la NASA

Esta joven supernova tiene como características ser inmensa. La luz tarda trece años en recorrer de uno al otro extremo de la supernova. Además de esto la zona naranja que aparece en la imagen denota zonas de mayor temperatura que oscilan en millones de grados centigrados.

Asimismo la comparación entre las imágenes de hace 20 años y las actuales demuestra que la supernova esta en pleno crecimiento. Los gases viajan a 14,000 kilómetros por segundo y ha incrementado su tamaño un 16%.