GLAST es el nombre del satélite que este miércoles ha sido lanzado por la NASA para detectar los estallidos de rayos gamma. Ha supuesto una inversión de 690 millones de dólares y se espera que supere en una semana los resultados del Observatorio de Rayos Gamma Compton, su antecesor. GLAST capta radiación gamma con una mayor precisión a los actuales, superando con una resolución 100 veces mayor a Compton.

El descubrimiento de radiación gamma no es nuevo, sucedió en 1967 cuando el satélite Vela vigilaba ensayos nucleares rusos desde el espacio, pero esta información se mantuvo en secreto hasta 1973. Desde un inicio se descarto que los estallidos provenían de explosiones nucleares, pero no había una explicación convincente. En la actualidad se sabe que este tipo de radiación electromagnética, la de mayor energía, permite entender el comportamiento de las agujeros negros, estrellas o la naturaleza de la materia oscura.

GLAST pretende estudiar los agujeros negros, regiones en el espacio que por su concentración de masa provoca un campo gravitatorio que absorbe toda la materia que la rodea y expulsa partículas a una velocidad cercana a la luz. El satélite enviado puede detectar la expulsión de estas partículas, incluso es posible que GLAST pueda observar agujeros negros cuando se desvanecen, que de acuerdo a una teoría de Stephen Hawkings, es en ese momento cuando expulsarían rayos gamma. Lo anterior de ser observado confirmaría la hipótesis de Hawkings.

Lo más ambicioso del satélite es la detección de partículas que componen la materia oscura, las cuales en teoría al chocar producen rayos gamma. No obstante existe cautela en este aspecto ya que no existe un medida de la masa del neutralino (partícula que se considera conforma la materia oscura).