La sonda Phoenix, que aterrizo en el suelo marciano el pasado 25 de mayo, ha logrado llenar uno de sus instrumentos con la cantidad suficiente de material para poder analizar su composición. Los resultados que se esperan estén para la próxima semana permitirán comprender la composición mineral y la función que tuvo el agua en el suelo de Marte.

Tan solo hace unos días, había surgido la preocupación de que el material recolectado no era lo suficientemente pequeño para colocarse en las entradas del Thermal Evolved Gas Analyzer (TEGA), instrumento diseñado para analizar la composición del suelo.

Para resolver esto, los responsables de la misión decidieron hacer funcionar el vibrador que tiene el TEGA, cuyo fin fue obtener una arena más fina necesaria para el estudio. Luego se seis fallidos intentos, fue finalmente el séptimo que logro obtener la muestra deseada.

La sonda Phoenix cuenta con ocho analizadoras, todas para el mismo fin. En cada una de estas, ya que cuenten con material suficiente, elevarán la temperatura hasta llegar a los 1,000° C necesarios para evaporar el agua y descomponer los minerales. En las próximas semanas se espera que la sonda inicie con la excavación del suelo marciano, donde se espera encontrar hielo.