Darwin describió como los cambios en el organismo que sucedían de una generación a otra contribuían a la evolución. Años más tardes con el redescubrimiento de los trabajos de Mendel fue posible entender con mayor detalle tales mecanismos.
Producto de tales descubrimientos, tanto en biología como en genética, permitieron concebir una teoría sintética de la evolución o neodarwinismo que describe la evolución como la conocemos hoy en día. Las mutaciones genéticas pueden ser parte de los cambios que sufre una especie y en ciertas circunstancias producir nuevas especies.
Sin embargo aún hay aspectos por descubrir, donde la adaptación, evolución y selección natural tienen que ser estudiadas para comprender completamente tales mecanismos.
Por ejemplo, la transferencia horizontal de genes que sucede en bacterias sin necesidad de reproducción, parece oponerse a la idea de que la evolución es favorecida por adaptaciones benéficas. La selección natural sigue funcionando en los resultados, pero no en la conducción del proceso.
Los científicos también están estudiando la evolución en los niveles más allá del organismo. Algunas colonias de insectos - hormigas y las abejas entre los ejemplos más conocidos - se pueden considerar en conjunto como individuos, conocidos como superorganismos.
Otro ejemplo lo representa el salto de organismos unicelulares a pluricelulares, un hecho que aún plantea interrogantes.
De este modo en este día que se celebra un hito en la biología, aún es posible poder conjeturar nuevas cuestiones que posibiliten seguir estudiando la evolución.
La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento. Son los que saben poco, y no los que saben más, quienes afirman tan positivamente que éste o áquel problema nunca serán resueltos por la Ciencia.
§ Microsiervos
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