Viagra. Créditos: Pfizer.Viagra. Créditos: Pfizer.

Uno de los compuestos en el olor de los huevos podridos podría ser una nueva forma de tratar de disfunción eréctil, confirma un estudio inicial realizado en ratas por un equipo dirigido por el Premio Nobel, Louis Ignarro.

El equipo de investigación inyecto en el musculo liso del pene de las ratas súlfuro de hídrogeno, logrando con ello que la sangre fluyera del mismo modo que cuando se aplica Viagra.

A pesar del olor desagradable, el sulfuro de hidrógeno (H2S) como producto químico tiene efectos extraños e inesperados en los seres vivos. En ratones se ha demostrado produce un estado de animación suspendida mientras algunos científicos consideran que el H2S es responsable de una extinción masiva hace varios cientos millones de años atrás. Eventualmente el sulfuro de hidrógeno podría ayudar a los soldados a sobrevivir por la perdida de sangre causada por heridas de guerra.

Ahora quizá, podría ayudar a hombres con problemas de disfunción eréctil a quienes el Viagra y alimentos similares no ha funcionado y es que Pfizer ha informado que la mitad de los hombres que solicita Viagra no renueva su preescipción, lo que sugiere que no funciona para todos. Una revisión en los ensayos clínicos encontró que el Viagra no funciona siempre en cada intento sexual.

El Viagra actúa estimulando la producción de óxido nitroso, que normalmente relaja el tejido del pene. El resultado físico del sulfuro de hidrógeno parece ser el mismo: produce la relajación del musculo liso del tejido del pene conocido como cuerpo cavernoso, desencadenando una serie de reaciones biológicas.

Sin embargo la investigación hasta ahora realizada en aniamles, probablemnte tome años, si no décadas antes de que vuelve una terapia en humanos. EL objetivo sería desarrollar una formula que podría tomarse como píldora, igual que con el Viagra.

Se preve entonces no inyectar un gas en el pene sino buscar una droga que haga generar tal compuesto en los tejidos.

Los primeros resultados publicados en PNAS sugieren que podría ser posible desarrollar una píldora, aunque no se conoce los efectos secundarios.

Tales investigaciones ayudarán a desentrañar los mecanismos que subyacen en la fisiología de la erección del pene y ayudar al desarrollo de tratamientos terapéuticos para la disfunción eréctil y trastornos de la excitación sexual.

§ PNAS