Vía Láctea. Créditos: NASA.

El clima de la Tierra ha tenido variaciones a lo largo del tiempo, sin embargo cuando se tratan de explicar sus causas la discusión es acalorada debido a la multitud de hipótesis hasta ahora expuestas. Shaviv y Veier en el 2003 propusieron que de dos tercios a tres cuartos de la variación de la Temperatura en la Tierra en los últimos 500 millones de años podrían ser explicados al paso del Sistema Solar a través de los brazos en espiral de la Vía Láctea. Tal hipótesis parecía ser comprobada por las pruebas, el ciclo de cambio climático global que ocurrió durante 10 millones de años se relacionaba en el momento en que el Sistema Solar se movía entre los brazos de la galaxia. Desde 2003 se ha revisado el mapa de la galaxia para poder realizar estimaciones y comprobar los cambios en la temperatura de la Tierra.

"Aunque trabajos anteriores encontraron una relación entre el ciclo climático de la Tierra de 140 millones de años y su inserción en los brazos espirales", describen los investigadores Adrian Melott, Andrew Overholt y Martin Pohl, con los nuevos datos que se tienen de la estructura de la galaxia, esta correlación ha desaparecido.

En el planeta, el ciclo de 140 millones años corresponde a lo sucedido entre la la era de hielo más reciente y la extinción masiva.

La investigación anterior validaba que el Sistema Solar cuando viajaba a través de los brazos de la Vía Láctea se veía reflejado en el incremento de rayos cósmicos que impactaban sobre la atmósfera, ya que el número de supernovas en los brazos de la galaxia es mayor que entre los brazos. Este incremento en rayos cósmicos produciría en la Tierra un aumento de nubes y en consecuencia gravando el efecto invernadero.

Si embargo se asumía que la Vía Láctea poseía cuatro brazos espirales, además de que eran menos masivos de lo que demuestran los nuevos cálculos. En el 2008, la información procedente del Telescopio Espacial Spitzer permitió a los astrónomos considerar que la Vía Láctea en realidad posee dos brazos espirales y una gran barra central. Además en 2009, los datos de Spitzer permitieron que los científicos concluyeran que la galaxia es aún más masiva de lo que se concebía y que también se mueve más rápido de lo que estimaba en un inicio.

Lo anterior lleva a plantear ¿cuándo en realidad la Tierra ha atravesado uno de los brazos de la Galaxia? Por las estimaciones en el cambio de la masa y el saber que existe un menor número de brazos, no es posible realizar una afirmación seria. Mellott y su equipo compararon los tiempos de tránsito entre las regiones del mapa de la galaxia con lo cambios en el clima de la Tierra, encontrando que la relación de 10 millones de años dejaba de aplicarse.

El equipo agrega que el ciclo de 10 millones de años no puede encajar con algún movimiento cíclico del Sistema Solar alrededor de la galaxia. "La tendencia periódica puede hallarse en los datos relativos al periodo orbital de nuestro Sistema Solar", la cual es "relativa al patrón anteriormente supuesto de velocidad alrededor del plano galaćtico, el cual es alrededor de 500 millones de años. Lo cual podría crear tendencias periódicas variables cambiando el patrón de velocidad, tal periodo orbital relativo al patrón galáctico no alcanzaría los 140 millones de años dado que éste es menor que el periodo orbital, lo que significaría que el patrón y el Sol se mueven en direcciones distintas".

En conclusión, el paso del Sistema Solar a través de los brazos galácticos no tiene un vínculo directo con los cambios climáticos en la Tierra.


§ Universe Today