Ilustración de "El cuervo sediento". Créditos: Gutenberg.

Las fábulas de Esopo están llenas de animales, desde los que hablan hasta los que tienen un aspecto humano que transmiten lecciones morales, pero resulta que al menos una de sus fábulas clásicas es científicamente cierta.

Investigadores presentaron a cuatro cuervos el reto que narra Esopo en la fábula "El cuervo sediento" donde un contenedor de agua no tiene la altura suficiente para que el ave pueda beber con su pico. A igual que en la fábula de Esopo, los cuatro cuervos descubrieron la manera de elevar el nivel de agua dejando caer piedras en el envase. De igual forma las aves seleccionaron aquellas piedras que eran más grandes sobre las más pequeñas y se dieron cuenta que dejar caer rocas en un contenedor de aserrín no tenía el mismo efecto.

"Los resultados de estos experimentos ofrecen la primera evidencia empírica de que una especie tiene una notable capacidad de resolución de problemas, misma que pudo ser descrita por Esopo hace más de dos mil años", redactaron investigadores en estudio que recoge Current Biology, "Lo que una vez se pensó era un cuento de ficción por la forma en que un pájaro podía solucionar un problema paree esta basado en una realidad cognitiva".

Los investigadores que estudiaron a cuervos adultos les plantearon la situación en la cual un gusano estaba en la parte superior de un vaso con agua que no podían alcanzar. Posteriormente se les colocó un montón de piedras a lado de las aves. Después de evaluar la situación, los cuervos comenzaron a dejar caer piedras en el vaso hasta que el nivel del agua era lo suficientemente alta para obtener su premio.

Una vez que había capturado el gusano, las aves dejaban de colocar piedras en el vaso y no trataban de capturar el gusano hasta haber depositado cierta cantidad de rocas. "El número de rocas esta fuertemente relacionado con el cálculo necesario para elevar el agua a la altura correcta", lo que sugiere de acuerdo a los investigadores, "que las aves realizaban una estimación del número de piedras necesario".

Antes del experimento, las aves no habían sido expuestas a un vaso con agua y comida además de que no habían usado piedras como herramientas. De acuerdo a los investigadores, se tenía conocimiento de que el orangután podía realizar una tarea semejante, puesto que se había registrado como escupían en un tubo para obtener un cacahuate.

"Los cuervos son inteligentes y en muchas formas rivales de los simios por su capacidad para resolver problemas", dijo el biólogo Christopher Bird de la Universidad de Cambridge.

A continuación Monroe, uno de los cuatro cuervos (Cook, Fry, Monroe y Connelly), escoge selectivamente las piedras más grandes.



§ Wired