La creación de Adán en la Capilla Sixtina por Miguel Ángel
Las personas religiosas suelen afirmar que su creencia en un Dios sirve como una guía moral, lo cual les ayuda a dormarse opiniones sobre temas controvertidos y así poder distinguir entre lo moral y lo inmoral. Un nuevo estudio que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere, al contrario de lo que la mayoría piensa, que es justo al contrario; las personas atribuyen lo que quieren que suceda a Dios.

En el artículo de PNAS se describen los resultados desiete estudios distintos. En los primeros cuatro se incluyen investigaciones de pasajeros del tren de Boston, estudiantes de la Universidad de Chicago y una base de datos representativa de encuestados vía on-line en los Estados Unidos. En estos estudios, los participantes informaron sobre sus creencias sobre un tema, su creencia estimada en Dios, y sus creencias sobre el fundador de Microsoft Bill Gates, Barry Bonds de la Major League de Béisbol, el ex-Presidente George W. Bush, y el estadounidense medio.

Otros dos estudios investigaron directamente las creencias de las personas y encontraron que las deducciones sobre las creencias en Dios se desprendían de las creencias de las propias personas. Por ejemplo, se pidió a los participantes que escribieran y enviaran una declaración a favor o en contra de la pena de muerte frente a una cámara de video. Se estudiaron sus creencias antes y después de cada alegato.

El estudio final implicaba una imagen de resonancia magnética funcional para medir la actividad neuronal de los sujetos de prueba cuando razonaban sobre sus propias creencias frente a cuando razonaban sobre Dios u otras personas. Los datos demostraron que sus razonamientos sobre sus creencias en Dios activaban muchas de las mismas regiones que cuando razonaban sobre sus propias creencias.

Los investigadores señalaron que la gente a menudo fija su moral de acuerdo a lo que presumen que son los estándares de Dios. “La característica central de su moral se retrata como si fuera una brújula, no obstante, es que señala al norte sin importar a qué dirección se mueve una persona”, concluye. “Esta investigación sugiere que, al contrario que en una brújula real, las deducciones sobre las creencias en Dios pueden colocar a la gente en cualquier dirección a la que estén orientados”.

§ Scientific Blogging | PNAS