Imagen del sistema binario T Pyxidis captada por el Telescopio Espacial Hubble. Créditos: NASA.

Una masiva estrella enana blanca en la Vía Láctea – estudiada desde hace años por sus estallidos periódicos está más cerca del Sistema Solar de lo que se había supuesto con anterioridad y podría amenazar a la Tierra si explota completamente dentro de millones de años.

Recientes observaciones de la enana blanca y su compañera estelar similar al Sol ofrecen datos a los científicos para una mejor comprensión de la estrella blanca, posible supernova, expresaron los astrónomos en la 215 reunión de la Sociedad Astronómica Americana.


Las dos estrellas pertenecen a un sistema binario cerrado conocido como T Pyxidis, que esta ubicado en la constelación del hemisferio sur Pyxis (“La Brújula”). Los investigadores encontraron que el sistema se encuentra a tan sólo a 3,260 años luz de nuestro Sistema Solar –más cerca de lo que se había supuesto previamente-.

Los nuevos hallazgos consideran que la enana blanca, objeto considerado cercana a nosotros de acuerdo a los estándares cósmicos, podría finalmente convertirse en supernova. La radiación gamma que emitiría la supernova podría amenazar a la Tierra con una energía equivalente a 1,000 llamaradas solares simultáneas.

La producción de óxido nitroso en la atmósfera de la Tierra resultado de los rayos gamma de la supernova destruirían la capa de ozono por completo, agregan los astrónomos.

La desaparición de la capa de ozono, si se produce, no sería en ningún momento cercano, sin embargo: los cálculos de los científicos sugieren que la estrella explotará en 10 millones de años, comentó Edward Sion, miembro del equipo de investigación de la Universidad de Villanova en Villanova, Pennsylvania.

“Aunque podemos tranquilizarnos, éste es un tiempo muy corto en escalas temporales geológicas y astronómicas”, dijo Sion a SPACE.com en un correo electrónico.

El sistema T Pyxidis es conocido como una nova recurrente debido a que la enana blanca masiva ha sufrido explosiones termonucleares (nova) cada 20 años aproximadamente; tales explosiones han ocurrido en los años 1890, 1902, 1920, 1944 y 1967. Ninguna de las anteriores explosiones ha amenazado a la Tierra. Pero el sistema ha sido seguido desde hace tiempo para tratar de explicar porque las explosiones termonucleares han dejado de ocurrir, sin que se halla logrado una explicación convincente.

Las modestas explosiones de la nova producidad por gas rico en hidrógeno es lanzada desde su compañera sobre la enana blanca. La cuestión aquí es si la masa que expulsa la estrella compañera se añade a la enana blanca, pese a las explosiones de supernova o si las explosiones provocan que se expulse más masa de la enana de la que puede tomar de su compañera.

Si la masa se acumula, la enana blana podría alcanzar el Límite de Chandrasekhar y sufrir un colapso gravitatorio instantáneo que produciría una detonación termonuclear destruyendo por completo la estrella. Este catastrófico evento, conocido como supernova de Tipo Ia, liberaría 10 millones de veces más energía que una explosión de nova, o el equivalente a 20 27 megatones de TNT.

Los astrónomos había dicho anteriormente que cualquier explosión de supernova en un radio de 100 años luz de la Tierra sería devastador, pero más allá de 100 años luz, no están seguros de los efectos que podría tener. No obstante los astrónomos también han estado vigilando a Eta Carinae, una supernova potencial a unos 7500 años luz, ñadiendo otro factor a tomar en cuenta: la potencia de la supernova.

Sion y sus colegas analizaron el espectro del ultravioleta lejano del sistema T Pyxidis y colocaron las observaciones en modelos por ordenador de enanas blancas para predecir el potencial de la estrella para terminar como supernova.

Las observaciones sugieren que la enana blanca está cercana a la masa del Límite de Chandrasekhar. Y las observaciones de las capas de material expulsado por la estrella durante sus anteriores erupciones de nova sugieren que la masa de la estrella ha aumentando con el paso del tiempo, prediciendo que en aproximadamente 10 millones de años, podría haber obtenido la masa suficiente de su compañera para convertirse en supernova. No obstante, si la estrella es mayor y acumula masa más rápido de lo que creen los científicos, podría estallar antes.

Referencia:
Andrea Thompson, "Explosive Nearby Star Could Threaten Earth" en Space.com; 4 de enero de 2010.