Gráfico que muestra la frecuencia además de magnitud de los terremotos y la tasa de mortandad. Créditos: Physorg.
Durante este año nos han sacudido los terremotos de Haití, Chile o recientemente Turquía. De pronto parece que algo sucede bajo nuestros pies, lo cual es motivo de alarma. Sin embargo, no es así.
La percepción más general indica que cada vez hay más terremotos, lo cual no es muy cierto. La problemática esta sobre el terreno y no debajo de este, afirman los expertos.
En la actualidad es cada vez más frecuente que las personas migren a megaciudades, las cuales en ocasiones están construidas en líneas de fallas, si a esto se le añade que es frecuente la construcción de edificios que no cumplen los estándares para soportar terremotos, surge un gran problema, describen los científicos.
“Puedo decirte definitivamente, que el mundo no está llegando a su fin”, dice Bob Holdsworth, experto en tectónica de placas en la Universidad de Durham al norte de Inglaterra, en clara referencia a la cantidad de terremotos.
Un terremoto de magnitud 7,0 causo el deceso a más de 230 000 personas en Haití el 12 de enero. El mes pasado, uno de magnitud 8,8 – el quinto más potente desde 1900 – mató a más de 900 en Chile. Y este mes, un movimiento sísmico de magnitud 6,0 antes del amanecer arrasó el área rural este de Turquía, matando a 51 personas.
En promedio, hay 134 terremotos cada año los cuales tienen una magnitud entre 6,0 y 6,9 según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS). En el presente año se han contabilizado –hasta 40 un aumento considerable durante este lapso de tiempo–.
Sin embargo se tiene que considerar que el terremoto de Chile ha generado un número considerable de replicas, las cuales han surgido durante el primer trimestre del año, dice Paul Earle, sismólogo de USGS.
Sin embargo no sólo el número de terremotos causa alarma, sino también sus efectos, siendo el que más llama la atención: la mortandad que han provocado, debida en gran parte a los estándares de construcción y el apiñamiento, dice Earle.
“El mantra estándar es que los terremotos no matan gente, lo hacen los edificios”, señala.
Ha habido más muertes en la pasada década que en anteriores por terremotos, dice el geólogo Roger Bilham de la Universidad de Colorado, que acaba de volver de Haití. En una columna de opinión el mes pasado en la revista Nature, Bilham reclamó unos mejores estándares de construcción en las megaciudades del mundo. Su estudio del año pasado sobre muertes por terremotos, población, tamaño del terremoto y otros factores produjeron unos resultados perturbadores. Y eso fue antes de Haití, Chile y Turquía.
“Encontramos un aumento de casi 4 veces más muertes en los últimos 10 años que en los anteriores 10″, dijo Bilham a The Associated Press el lunes. “Esto definitivamente es aterrador”.
Otros expertos dicen que también han notado un incremento general en las muertes por terremotos. La Organización Mundial de la Salud ha contabilizado hasta 453 000 muertes por terremotos desde 2000 a 2009, notablemente más que en las dos décadas anteriores. En la década de 1970, no obstante, un terremoto masivo acabó con 440 000 personas en China.
Pero esos número fluctúan cada año. Los estadísticos dicen que la naturaleza de acierto o fallo de las muertes por terremoto hace que resulte difícil establecer una tendencia en las muertes.
Un rápido análisis por dos expertos en estadística no encontró una tendencia significativa al alza desde la década de 1970 debido a la variabilidad – a pesar de que la percepción de los expertos en terremotos es que las muertes han aumentado, al menos, desde la década de 1980.
El terremoto de Haití probablemente fije un récord moderno de muertes por magnitud de terremoto “sólo como una función de mucha gente agolpada en una ciudad, que no significa mucha gente y tener un terremoto”, dijo el geólogo de la Universidad de Miami Tim Dixon.
Los expertos en desastres dicen que han visto más muertes especialmente en terremotos que no habría sido tan letales hace décadas. Señalan a dos en Turquía e India – un terremoto en 1999 en Izmit que acabó con 18 000 personas y el desastre de 2001 de Bhuj que mató a 20 000.
“Mira algunos de los grandes recientes”, dice Debarati Guha-Sapir, director del centro de investigación de epidemiología en desastres de la OMS. “De haber sucedido los terremotos de Izmit o Bhuj hace 30 años, los eventos habría sido relativamente insignificantes dado que las poblaciones de esas ciudades apenas eran de un tercio de cuando sucedieron los terremotos. El incremento en la densidad de población hace que pequeños eventos se conviertan en grandes”.
Los expertos en desastres y terremotos dicen que el problema sólo puede empeorar. De las 130 ciudades del mundo con más de 1 millón de habitantes, más de la mitad se encuentran en líneas de falla, siendo más propensas a terremotos, añade Bilham.
“Se calcula que más de 400 millones de personas están en riesgo sólo por esa causa”, señala.
Las naciones en desarrollo, donde hay una explosión demográfica, no ponen atención a la preparación contra terremotos, comenta Bilham. “Si tienes problemas para alimentarte, realmente no te vas a preocupar por los terremotos”.
Dijo que cuando acudió a Haití tras el terremoto de enero, había esperado que la construcción fuese a prueba de terremotos, dado que lo había enfatizado. En lugar de eso, las personas construyeron con las mismas mínimas medidas de seguridad.
Otra razón por la que los terremotos parecen peores es que se les presta más atención. El fenómeno de Haití fue seguido rápidamente por el de 8,8 de Chile que captó la atención de todos.
Pero no durará, dice el investigador en desastres Dennis Mileti, antiguo comisionado para la seguridad sísmica del Estado de California.
“Las personas prestan atención al planeta violento en el que siempre hemos vivido”, dijo Mileti. “Espere otros seis meses y, si no ha habido terremotos, la mayor parte lo habrá olvidado de nuevo”.
Seth Borenstein, "Not more quakes, just more people in quake zones", Physorg.
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