Los ingenieros de la Universidad de Loughborough, Reino Unido, diseñaron el balón Jabulani, oficial en la Copa Mundial de la FIFA en Sudáfrica 2010 y parece ser que son los ingenieros más odiados del mundo al menos en este momento.

La crítica lo llama un balón impredecible, similar a una pelota de plástico al que los jugadores no se pueden acostumbrar en poco partidos. Inclusive la FIFA reconoció problemas con el balón.

Pero ¿Por qué da problemas un balón que de acuerdo es la ciencia es casi perfecto? En parte es por los jugadores que tienen que adaptarse y aprender a jugar con el nuevo balón. En el fútbol profesional los disparos con mayor dificultad requieren de un "toque mágico" de los jugadores que al cambio mínimo en la aerodinámica del balón lo impide. Además al ser tan esférico resbala de las manos de los porteros.

De lo anterior podría deducirse que los ingenieros y científicos terminan en la peor posición: criticados y mal juzgados.

Jabulani es un balón perfecto, un 5% más rápido, más fiable, más predecible, diseñado gracias a los disparos de un robot automático en un túnel de viento. Se diseño para reducir la resistencia aerodinámica en vuelo, gracias a un menor número de costuras, lo que reduce la estela de remolinos turbulentos que cualquier imperfección de un balón, por mínima que sea, crea. Posee costuras pero han sido diseñadas. La costura, forma y profundidad se estudiaron para poder lograr el mejor disparo. Se empleo la más alta tecnología en uno de los deportes más populares.

Si embargo Jabulani no ha sido del agrado de los jugadores, es menos predecible que los balones convencionales. Los jugadores tienes que adaptarse, descubrir el potencial que tiene el balón pero en un tiempo mínimo, que bien podría ser considerada una mala actitud de la FIFA. Un cambio en la tecnología del balón afecta a cualquier jugador, especialmente a los porteros. Si el balón se hubiera introducido hace dos años en las ligas profesionales, el día de hoy los jugadores darían el juego que los aficionados se merecen. Es un Mundial de sorpresas donde la culpa la tiene el balón y más allá de ello, los ingenieros y científicos que lo diseñaron.

Las grandes estrellas de fútbol son capaces de tirar a portería, a balón parado, con barrera incluida, logrando una curvatura de la trayectoria del esférico que esquiva la barrera y engaña al portero. La física del disparo es elemental, gracias al efecto Magnus . La ejecución precisa de un disparo requiere de una técnica que pocos jugadores poseen. Disparos irrepetibles, que son materia de análisis, para estudiar la física del disparo, la resistencia aerodinámica, número de Reynolds y la fuerza de Magnus.

El sistema 'grip'n'groove', la superficie rugosa diseñada para que los porteros puedan sujetar el balón no disminuyen las características de ser casi una esfera perfecta. Lo cual hace que tenga una trayectoria menos estable y más rápida. La forma que tiene el Jabulani hace que el contacto con el pie del jugador sea mínima, haciendo que no gire demasiado y en consecuencia sea imprevisible su movimiento


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