Tigre dientes de sable. Créditos: Wikipedia.

Si bien sus colmillos causan miedo, el secreto del poder aniquilador de los tigres dientes de sable no se encontraba en su mandíbula sino en sus extremidades anteriores.

Los largos dientes caninos que le dieron su nombre al extinto felino son una de sus características inconfundibles, rasgo que sobresale de su cabeza que puede observarse en uno de los tantos museos de historia natural en el mundo. Si bien es cierto que los colmillos eran mortales: su longitud también los hacía delicados que podían romperse si la presa en su intento de escapar se retorcía o empujaba. La investigadora Julie Meachen-Samuels ha desarrollado una hipótesis sobre como una arma tan peligrosa y frágil pudo haber evolucionado, ella considera que los félinos debían tener extremidades anteriores demasiado fuertes capaces de sujetar a la presa mientras usaba los dientes de sable para cortar.

El estudio que se publica en PLOS One, relata como el equipo dirigido por la investigadora sometió a rayos X los huesos de varios espécimenes de tigres dientes de sable (Smilodon fatalis) para después compararlos con felinos actuales.

De acuerdo a Meachen-Samuels:

Las especies con miembros más largos por lo general tienen huesos más fuertes. Sin embargo, mientras que los huesos de las piernas del dientes de sable estaban dentro del rango normal, los huesos de sus brazos eran excepcionalmente gruesos para su longitud. No sólo eso, los brazos también tenían un tejido cortical óseo más grueso (la densa capa externa que hace los huesos fuertes y rígidos. “Cuando vi al Smilodon, yo sabía que eran más gruesos en la parte exterior que los de otros felinos, pero me quedé muy sorprendida de lo mucho más gruesos que eran también en el interior” [LiveScience].

Investigaciones previas habían demostrado como los félinos realizaban mordeduras débiles, lo cual contradice la creencia popular de ataques con dentaduras afiladas del gusto de animadores y cineastas. Y definir el espesor y la fuerza de estos huesos del brazo refuerza la teoría de que los depredadores dientes de sable atacaban de forma diferente a la de los felinos modernos.

La combinación de fuertes patas delanteras-dientes afilados resultaba perfecta para abalanzarse sobre la presa, sujetarla y cortarle rápidamente la garganta. En este caso los dientes de sable fueron, tan buenos para la caza de animales grandes, como lo son bisontes o camellos [Science News].

Sin embargo, de acuerdo a los investigadores, tales felinos pudieron haber desarrollo un método de caza para tales animales. Pero cuando se extinguieron en la última etapa de la era glacial, el equipamiento con el que contaban los tigres los hice incapaces de adaptarse a nuevas presas, llevándolos a la extinción inminente.

Referencia:

Andrew Moseman, "The Saber-Toothed Cat’s True Secret: Its Super-Strong Arms", Discover Magazine.