Imagen de una colisión de 7 TeV protón-protón en el caso CMS producir más de 100 partÃculas cargadas. Créditos: CERN/CMS. |
"Es un pequeño efecto, pero es muy interesante en sà mismo", expresa el fÃsico Guido Tonelli , portavoz de los experimentos en el CMS. Tonelli y sus colegas anunciaron los resultados en un seminario del CERN en septiembre y en un documento presentado a la Revista Journal of High Energy Physics.
El LHC fue puesto en marcha de nuevo en marzo, tras más de un año de intentos fallidos. Desde entonces haces de protones han colisionado en el anillo de 17 kilómetros de longitud a energÃas de 7 teraelectronvoltios (TeV) - tres veces la energÃa que se habÃa logrado antes.
Cuando colisionan dos protones, que producen una ráfaga más pequeña, de partÃculas cargadas de corta vida que vuelan lejos unas de otros en ciertos ángulos y velocidades. El experimento CMS (Compact Muon Solenoid) en el LHC detecta la ruta de cada una de estas partÃculas tiene. Los fÃsicos pueden entonces utilizar las pistas para reconstruir lo que sucedió en el centro de la colisión, como volver a unir los fragmentos de vidrio de una ventana rota.
En el nuevo experimento , el equipo de CMS tomó datos sobre las partÃculas cargadas producidas en cientos de miles de colisiones. El equipo observó los ángulos de las trayectorias de las partÃculas que tomaban con respecto a las otras, y mediante algo llamado "función de correlación" determina cómo las partÃculas se encuentran Ãntimamente vinculadas después de la separación. La trama de los datos termina pareciéndose a un mapa topográfico de una montaña rodeada de tierras bajas y una larga cresta detrás de él.
En el caso más básico (imagen de la izquierda), los datos eran exactamente como los fÃsicos esperaban que sucediera. Pero hay casos en que por lo menos 110 partÃculas cargadas en las cuales el equipo observaba una estructura parecida a un canto -que se extiende desde el pico de la montaña (imagen de la derecha).
La cresta significa esencialmente que las partÃculas en algunos pares están moviendose más lejos cerca de la velocidad de la luz a lo largo de un eje, pero que se orientan a lo largo del mismo ángulo en el otro eje.
Es como si dos partÃculas interactuaran de alguna manera la una del otro desde que se produjeron. Este fenómeno nunca se ha visto antes en colisiones protón-protón, aunque se asemeja a algo que se ve en el RHIC (Colisionador de Iones Pesados) en el Brookhaven National Laboratory de Nueva York. Este efecto fue interpretado como la creación de materia caliente densa poco después de las colisiones.
El equipo de CMS reunió datos a mediados de julio y pasó el resto del verano tratando de encontrar un un error o manipulación de los datos.
"Estamos aquà hoy porque no logró acabar con él", comenta Tonelli. Por lo que el equipo puede decir, que el efecto es real.
Pero de dónde viene, nadie lo sabe. Hay una gran cantidad de explicaciones posibles, y el equipo no está listo para elegir una por el momento.
"Este es un efecto sutil y se requiere cuidadoso trabajo para establecer su origen fÃsico", dijo el fÃsico del MIT Gunther Roland en el seminario en el CERN.
Referencia:
Lisa Grossman, "LHC Detects Evidence of New Physics", Wired.
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