La astrología es la pseudociencia que quizá goza de mayor popularidad en la actualidad, es aceptada como una creencia válida y es común su divulgación en los medios. La astología intenta predecir el destino de las personas empleando para ello el movimiento de los astros. Por supuesto carece de fundamentos científicos que reconozcan la validez de sus afirmaciones.

Es frecuente encontrar personas que aseguran exactas y efectivas sus predicciones al grado de considerarla una guía en sus vidas. Aunque pareciera difícil de comprender a que se debe, en 1948 el psicólogo Bertram R. Forer realizaría un experimento que cambiaría la comprensión de la mente y permitiría entender como funcionan los diversos tipos de adivinación que no sólo se restringe a hóroscopos sino abarca también el tarot, los test de personalidad y los oráculos.

Bertram Forer se había doctorado en Psicología Clínica en la Universidad de California 1936, en los años siguientes desempeñaría  funciones de psicólogo y administrador en un hospital militar francés durante la Segunda Guerra Mundial. Pese a las funciones que desarrolló no perdió el interés en la investigación.

En 1948 realizó el experimento que lleva su nombre y que al año siguiente publicaría con el título “The fallacy of personal validation: A classroom demonstration of gullibility” en el Journal of Abnormal and Social Psychology. Para lograrlo solicitó a sus alumnos realizarán un test de personalidad, usando las respuestas de cada uno Forer les realizaría un perfil psicologico. Una vez que los alumnos le entregaron los resultados de los test, los analizó y elaboro un perfil para cada uno, describiendo sus características psicólogicas. También les pidió calificaran los resultados de sus perfiles en una escala del 1 a 5, donde uno indicaba que había fallado y cinco que había acertado con la descripción.

Los resultados de la evaluación indicaban un exitoso 4.26, pruebas más recientes mantienen en promedio un 4.2. Forer había logrado convencer a sus alumnos de que podía comprender el caracter de las personas. Lo más sorprendente es que no había estudiado los test de personalidad y le había entregado a cada uno el mismo resultado, el cual había elaborado uniendo distintos hóroscopos. La descripción era la siguiente:

Tienes la necesidad de que otras personas te quieran y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Disciplinado y controlado hacia afuera, tiendes a ser preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas.
¿Entonces a que se debe su éxito? Forer descubrió que las personas aceptan descripciones vagas y personales, como si fueran suyas sin considerar que la misma descripción se puede aplicar a cualquier persona. El efecto Forer es también conocido como el efecto de validación subjetiva o el efecto de validación personal, debido a que las personas tratan de aceptar las afirmaciones en proporción al deseo de que sean verdad.

Para ello las descripciones cumplen con ciertos elementos: son vagas (agresivo. Ama las relaciones largas), cumplen con una de dos opciones (hay dos tipos de Acuarios: uno es tímido, sensible, y paciente. El otro tipo de Acuario es exuberante, vivo y puede), emplean secretos de las personas (extremadamente raro pero en el buen sentido) y usan verdades universales (no son egoístas en sus relaciones personales y suelen dar más de lo que reciben en sus relaciones personales). De tal manera que cualquier persona puede considerar que es exacto su horóscopo a pesar de lo ambiguo que sean.