Posee una resolución que supera los tres billones de pixeles, cubre un tercio del cielo nocturno y ha permitido el hallazgo de casi 500 millones de objetos astrónomicos.

La fotografía es fruto de la colaboración internacional del proyecto Sloan Digital Survey III (SDSS-III), con la participación del Instituto de Astrofísica de Canarias, a completa disposición del público de manera gratuita.

La imagen para verla en su tamaño original, requiere 500,000 televisores de calidad HD. Posee más de tres billones de píxeles, conformada por más de un millón de imágenes individuales de cuatro megapíxeles y ha requerido diez años de trabajo.

Además de la imagen y de los casi dos millones de espectros realizados hasta la fecha, los responsables del SDSS-III han repasado algunos de los objetivos de cartografiado que tienen planteados hasta la conclusión de la colaboración, prevista para 2014. Los datos se han mostrado en una rueda de prensa celebrada durante la 217ª Conferencia de la Sociedad Astronómica de América, que tiene lugar en Seattle (Estados Unidos).

Como explica el investigador del IAC Carlos Allende, "el SDSS se ha considerado, en los últimos años, como uno de los proyectos internacionales de mayor impacto en Astrofísica. Su impacto en los años sucesivos se prevé aún mayor, por encima de muchos otros proyectos con presupuestos más abultados".

La imagen del cielo nocturno presentada en Seattle es un buen exponente de su trabajo. Se empezó a crear en el año 2000 en el observatorio Apache Point (Nuevo México, EEUU). Durante estos diez años, un detector de 216 megapíxeleles -la mayor cámara digital del mundo- captó imágenes del cielo a través del telescopio del observatorio, de 2,5 metros de diámetro y con un campo de visión de siete grados cuadrados, un tamaño inusual en este tipo de dispositivos que favorece la eficiencia de observación.

Tras una década de trabajo, la cámara dejará de prestar servicio en los próximos días. Ha logrado retratar un tercio del cielo y ha permitido el descubrimiento de infinidad de cuerpos estelares: asteroides, estrellas, galaxias, cuásares distantes, entre otros. Las posiciones, colores y formas de todos ellos se incluyen en la imagen presentada en Seattle. Con ello, sus responsables buscan dar mayor difusión al trabajo del SDSS, no sólo en el ámbito científico sino también en el ciudadano. Por ejemplo, la información recabada por el proyecto es empleada por Google Sky para que cualquier usuario del buscador pueda surcar el Universo desde su ordenador.

Objetivos para 2014

Antes de la finalización del SDSS-III en 2014, los científicos tienen pendiente cuatro proyectos de cartografiado espectroscópico. El primero de ellos es BOSS, que estudia la estructura a gran escala del Universo y planea determinar la distancia a la que se encuentran más de un millón de galaxias masivas detectadas en la imagen sepresento. David Schlegel, investigador del Lawrence Berkeley National Laboratory (San Francisco, EEUU) y principal responsable de BOSS, explica que el proyecto proveerá de mapa tridimensional de la distribución de estas galaxias en el espacio. Será el mayor de su clase.

El objetivo final de BOSS es dotar de datos precisos sobre la densidad de la energía oscura, una forma hipotética de materia que estaría presente en todo el espacio y que, con su presión, tendería a incrementar la aceleración de la expansión del Universo. Schlegel, explica que "la materia oscura es el mayor enigma al que se enfrenta la ciencia en la actualidad".

También se tiene previsto SEGUE, que estudiará la composición química y los movimientos de cientos de miles de estrellas de las partes exteriores de la Vía Láctea, con el objetivo de ampliar nuestro conocimiento de la vecindad del Sol en la galaxia. Los datos de SEGUE, ya han podido confirmar la teoría de que las nuevas galaxias surgen por la fusión de otras dos.

SDSS-III también incluye el proyecto MARVELS, un estudio estadístico en unas 8.500 estrellas próximas al Sol en busca de planetas masivos (de gran tamaño). Los astrónomos esperan descubrir cientos de estos planetas y un número similar de enanas marrones, un cuerpo celeste a mitad de camino entre un planeta masivo y una estrella fría.

Por último APOGEE, que usa uno de los espectrógrafos de infrarrojo más grandes del mundo para capturar, en todas las direcciones de nuestra galaxia, 100.000 espectros de gigantes rojas, estrellas evolucionadas difíciles de analizar debido a que su luz visible es oscurecida por el polvo concentrado en el plano central de la Vía Láctea. Se estima que el Sol se convertirá en una de ellas dentro de unos 5.000 millones de años, absorbiendo Mercurio y quizás La Tierra. APOGEE, cuyo software también se desarrolla en el IAC, busca estudiar la composición y cinemática de este tipo de cuerpos.

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