Créditos: Arstechnica
En la era de Google y Wikipedia, una cantidad casi ilimitada de información está disponible en nuestras manos y con el auge de los smartphones, el acceso es casi ilimitado. La posibilidad de encontrar casi cualquier pieza de información en cuestión de segundos es beneficioso, pero esto ¿realmente esta causando un impacto negativo en la capacidad de nuestra memoria? Los autores de un artículo que se publica en Science Express describen cuatro experimentos para probar esto. Con base en sus resultados, la gente está recordando menos información y en su lugar puede recordar dónde encontrar la información que hemos olvidado.

Los autores presentan un ejemplo simple de acuerdo con sus conclusiones. Póngase a prueba: ¿Cuántos países tienen banderas con un solo color? Independientemente de su respuesta, su primer pensamiento fue acerca de las banderas o considero cómo encontrar esa información. Sin darse cuenta (a pesar de que sabía el contenido del documento) hay quien mentalmente piensa en abrir el navegador Web y dirigirse a un motor de búsqueda.

Este concepto de depender de fuentes externas de información no es nueva en la era del ordenador. En los entornos de grupo, las personas desarrollan lo que se conoce como memoria transactiva, que es la suma de la información en poder del grupo (uno de los autores del estudio actual, Daniel Wegner, es el psicólogo de Harvard que propuso por primera vez el concepto en 1985). Piense en ello como un grupo de expertos que trabajan en equipo, donde cada persona tiene su propia área de experiencia, cuando necesite alguna información que no tiene, le basta con ir a la persona que lo hace.

Los autores sostienen que el fácil acceso a la información a través de Internet constituye otra fuente de memoria transactiva. Sin embargo, en este caso, el acceso a esta fuente en realidad puede afectar nuestra memoria.

En el primer experimento, los autores dieron a los participantes una mezcla de preguntas de la trivia fácil además de difícil y luego probaron su tiempo de respuesta empleando una computadora. La tarea se basa en tener un término impreso en color basados en el Test Stroop, si el término en sí es interesante, los sujetos tienen más dificultades para nombrar el color. Ellos encontraron que, cuando se les daba más preguntas, las personas tomaban más tiempo en la computadora empleando palabras relacionadas, lo que sugiere que pensaban en computadoras cuando se necesita información.

En el segundo experimento se evaluó si la gente recuerda la información para tener un fácil acceso a ella más tarde. A los sujetos se les pide que recuerden un poco de trivia y su tipo en una computadora, la mitad fueron informados de que la información que se guardaría. Las personas que no creen que se necesita información (ya que se salvó) recordó menos que aquellos  que pensaban que sería necesario recordarlo. En otras palabras, inconscientemente se pueden hacer poco esfuerzo para recordar algo que sabemos que podemos buscar en el futuro.

En el experimento tres, los investigadores querían ver si las personas recordaban el lugar donde la información se puede encontrar. Una vez más con preguntas y respuestas, los sujetos escribían las respuestas en la computadora, entonces bien lo borraban o lo guardaban en un lugar genérico o un lugar específico. Más tarde, a los participantes se les pidió recordar las declaraciones de preguntas y respuestas, ya fuera si se había guardado y si es así en dónde. Según el documento, las personas tienen un mejor recuerdo de las cosas que ellos creen serán borrados. Pero fueron aún mejor para recordar si se ha guardado o borrado, a pesar de que la gente no se acordaba donde estaba guardado, eso fue todo.

El último experimento prueba si las personas recuerdan dónde encontrar más información que la propia información. Similar al experimento tres, los participantes recibieron declaraciones de trivia y se les dijo que se guardarían y luego se pusieron a prueba tanto en el contenido de las declaraciones y los lugares donde se guardó. En general, la gente recuerda los lugares donde se guarda la información más que la información en sí. Si se acordarán de lo trivial, sin embargo, la situación queda en el olvido.

Los resultados de los cuatro experimentos sugieren que las personas esperan que la información almacenada en una computadora este continuamente disponible y de hecho recuerda menos cuando saben que van a tener acceso a ella más tarde. También parecen recordar donde pueden encontrar información en lugar de la información en sí.

Nuestra memoria parece ser la adaptación a la tecnología, para bien o para mal. Algunos argumentan que los cambios en el cerebro causados ​​por el acceso instantáneo a la información son perjudiciales y similar a la adicción, pero otros resultados sugieren la búsqueda en línea puede fortalecer algunos cerebros. La mayoría no consideran típica la memoria transactiva pero tampoco perjudicial, sino beneficiosa, lo que quiere decir que estos acontecimientos no son también buenos. Con el acceso a cantidades sin precedentes de conocimiento externo, tal vez esta capacidad no utilizada hasta ahora por nuestros cerebros puede ser utilizada de otra manera.

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