Zink et al./Journal of Archaeological Science


Un nuevo análisis sobre el estomago de Ötzi, el Hombre de Hielo, sugiere un nuevo clímax espantoso en el misterio del asesinato más famoso de la prehistoria: una muerte ocurrida en una emboscada, un asesinato sorpresa en el resplandor de una comida abundante.

Ötzi fue encontrado en 1991, congelado y fantásticamente conservado en hielo en los Alpes italianos, donde había perecido 5,300 años antes. Con sus tatuajes y herramientas que usaba en ese ambiente frío y vestido con un atuendo, se convirtió de pronto en una celebridad Edad del Cobre. Imaginación del público y científica se apoderó de las circunstancias de su vida y por supuesto, de su muerte.

En un primer momento, se considero que Ötzi había muerto presa del frío, atrapado en una tormenta de nieve en la ladera de la montaña. Otros consideraron que se trataba de un sacrificio ritual. Fue hasta el 2001, cuando los investigadores descubrieron fragmentos de flecha en su hombro izquierdo, contusiones y cortes en las manos y en el pecho signos de traumatismo. Ötzi, al parecer, fue víctima de un crimen.

En combinación con el examen forense tomando en cuenta los granos de polen específicos de la localidad recuperados de su cuerpo, ofrecen una posible narración de los últimos días de Ötzi. Él se había alejado del territorio de su tribu, quizás como parte de un ataque, entonces fue perseguido por las montañas. Pudo haber logrado matar a dos de sus atacantes y llevar a un compañero herido en el hombro. Después de una persecución de varios días de duración, una tan frenética en la que Ötzi no pudo haber tenido tiempo para comer, pero de la cual tampoco inició sin el estómago vacío, cuando fue capturado y asesinado.

Pero el nuevo estudio, publicado en la revista Journal of Archaeological Science, muestra que el estómago de Ötzi no estaba vacío. El uso de un escáner de tomografía computarizada en búsqueda de nueva información, investigadores dirigidos por Albert Zink, del Institute for Mummies and the Iceman determinó que lo que se pensaba que era parte del colon de Ötzi es en realidad su estómago, después de haberse reducido después de su muerte.

En otras partes del colon de Ötzi, donde los alimentos se se mantuvieron, los arqueólogos encontraron restos de ciervo, cabra montés y granos. En cuanto a su estómago, Zink y sus colegas aún están analizando el contenido pero lo que se sabe, es que la última comida de Ötzi fue copiosa. Evidencia que no encaja con la idea de la muerte de Ötzi en una carrera, asesinado después de una escaramuza.

"El hombre de hielo no pudo haber sido capaz de tener una comida grande en una situación de un fuerte estrés producto de una persecución", escribieron Zink y sus colegas. "Es mucho más sugerente que él considerara la situación lo suficientemente segura para descansar y tener una una comida pesada después de una huida agotadora. Poco después, él podría haberse movido una corta distancia de su lugar de descanso y fue asesinado en una emboscada sorpresa".

Pero como la historia reciente de arqueología Ötzi ha demostrado, esto no será la última palabra sobre su muerte. Como cualquier buena novela de misterio, el misterio de Ötzi sigue sin resolverse.

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