Albert Einstein en 1947. Créditos: Life.
En enero de 1936, una joven llamada Phyllis escribió a Albert Einstein, en nombre de su clase de escuela dominical, una carta donde preguntaba "¿Los científicos rezan?" Su carta, y la respuesta de Einstein, se pueden leer a continuación:

Iglesia de Riverside

19 de enero de 1936

Querido Dr. Einstein:

En nuestra clase de escuela dominical surgió la pregunta: ¿los científicos rezan? Iniciamos cuestionando si se podía creer en la ciencia y la religión. Estamos escribiendo a científicos y otros hombres importantes, para tratar de obtener una respuesta.

Nos sentiremos muy honrados si usted responde a nuestra pregunta: ¿los científicos rezan y qué oran?

Cursamos sexto grado, en la clase de la señorita Ellis.

Atentamente,

Phyllis



24 de enero 1936

Estimada Phyllis:

Voy a tratar de responder a tu pregunta de forma tan simple como pueda. He aquí mi respuesta:

Los científicos creen que todas los acontecimientos, incluyendo asuntos de los seres humanos, se deben a las leyes de la naturaleza. Por lo tanto un científico no puede estar inclinado a creer que el curso de los acontecimientos puede ser influenciado por la oración, es decir, por un deseo manifiesto sobrenatural.

Sin embargo, debemos reconocer que nuestro conocimiento actual de estas fuerzas es imperfecto, por lo que al final la creencia en la existencia de un ser superior, se basa en una especie de fe. Tal creencia está muy extendida a pesar de los logros actuales en la ciencia.

Pero también, cualquiera que este seriamente involucrado en la búsqueda de la Ciencia puede convencerse de que un ser superior se manifiesta en las leyes del universo, superiores al hombre. De esta manera la búsqueda de la ciencia conduce a un sentimiento religioso de un tipo especial, que seguramente es muy diferente de la religiosidad de alguien más inocente.

Con saludos cordiales,

A. Einstein

 Referencias: