Base de datos sobre desastres demuestran que la tripulación tiene la mayor tasa de supervivencia.

Créditos: US BLM

El hundimiento del Titanic no sólo se ha convertido en un icono de la cultura popular, es también uno de los desastres mejor estudiados de todos los tiempos. Pero hay indicios de que no pudo haber sido un caso típico. El capitán del barco ordenó que las mujeres y los niños podían salir en primer lugar y sus oficiales al parecer emplearon armas de tiro en el área para cualquier persona que desobedeciera. Por el contrario, el Lusitania se hundió tan rápidamente que no hubo tiempo para organizar una evacuación, mujeres y niños tuvieron un oscuro episodio.

Para llegar al fondo de esto, dos investigadores suecos han recopilado datos de 18 desastres marítimos de los más importantes, que van desde 1852 hasta 2011. Un análisis de la supervivencia muestra que, en contraste con el Titanic, la tripulación en general, vive lo mejor y los niños lo peor. Las mujeres iniciaron con un mal balance, pero su supervivencia ha aumentado, con el transcurso de los años. Pero antes de concluir expresando que la caballería estaba muerta y luego tuvo un renacimiento, se hace una advertencia indicando que ahora más mujeres han aprendido a nadar.

Los autores sostienen que un naufragio en realidad puede contarnos en términos justos el comportamiento humano, como todo el mundo atrapado en un barco que se hunde realiza un análisis de costo-beneficio. Las personas van a sopesar sus opciones -que por lo general implican ayudar a los demás con gran riesgo para ellos mismos-, en medio de un telón de fondo de las normas sociales y por lo menos en el caso de las órdenes directas del Titanic, las figuras de autoridad. "Esta lógica de costo-beneficio es fundamental en los modelos económicos del comportamiento humano," escriben los autores, sugiriendo que un naufragio podría proporcionar una prueba real de las ideas derivadas de experimentos controlados.

Ocho ideas, para ser precisos. De esta forma son diversas las hipótesis que los autores desarrollan, que van desde "las mujeres tienen una ventaja de supervivencia en los naufragios" a "las mujeres tienen más probabilidades de sobrevivir en las naves británicas, considerando la importancia que tiene en el Reino Unido la gentileza". Las hipótesis se pusieron a prueba utilizando una base de datos sobre hundimientos de buques con más de 15,000 pasajeros y tripulación, obteniendo información donde se enfatiza la relacionada con la edad y el sexo además del tipo de billete que tenía el pasajero.

En su mayor parte, las enseñanzas proporcionadas por el Titanic no se sostienen. Excluyendo los dos desastres antes mencionados, los miembros de la tripulación tuvieron una tasa de supervivencia de más del 60 por ciento, muy superior a cualquier otro grupo analizado. (Aunque no siempre sobrevive la mitad en el resto de naufragios, no hubo diferencia estadística entre la tripulación y los pasajeros). Los capitanes en vez de ir mar adentro con la nave, poseían un segundo lugar, con casi la mitad de sobrevivientes. Los autores ofrecen una serie de razones plausibles para la supervivencia de la tripulación, incluyendo una mejor forma física, un conocimiento profundo de la nave que se hunde y una mejor formación para saber cómo manejar situaciones de emergencia. Sin embargo, en cualquier caso, no es claro ni consistente el sacrificio como un medio para salvar a los pasajeros.

En el otro extremo del espectro, casi la mitad de los niños en el Titanic sobrevivieron, pero las cifras para el resto de los naufragios se redujeron cerca del 15 por ciento. Alrededor de un cuarto de las mujeres sobrevivieron a otros naufragios, contrario a la cifra tres veces mayor que lo hizo en el Titanic. Si se excluye la supervivencia del Titanic, las mujeres sobrevivieron en un 18 por ciento, alrededor de la mitad de la tasa sobre hombres sobrevivientes.

¿Qué pasa con los factores sociales? La orden del capitán "Niños y mujeres primero" logro aumentar la supervivencia de las féminas, pero sólo por unos 10 puntos porcentuales. La mayoría de las otras ideas no se han confirmado. Por ejemplo, la velocidad de hundimiento, que podría dar a la tripulación más tiempo para llevar a los pasajeros más vulnerables no mostró ninguna diferencia en absoluto para la supervivencia de las mujeres. Tampoco la duración del viaje, que podría dar a los pasajeros más tiempo para llegar a conocer tanto el barco y tripulación. La fracción de pasajeros siendo mujeres no parecen ser una diferencia tampoco.

Uno de los factores sociales que jugó un papel era el precio del billete: "hay un gradiente de clase en la supervivencia beneficiando a los pasajeros de primera clase". Otra es la de estar en un barco británico, donde (salvo el Titanic), las mujeres realmente tenían menores tasas de supervivencia.

Pero el factor más importante parece haber sido el tiempo. Desde la Primera Guerra Mundial, la brecha de género se ha ido reduciendo, algo que los autores atribuyen a la evolución del papel de la mujer en la sociedad. Pero no es claro si eso implica algún tipo de factor social que se desarrolla en situaciones de desastre o simplemente un mejor nivel de condición física general.

Aunque el análisis incluye a ciudadanos de 30 naciones, entre los pasajeros y tripulantes involucrados, todos a excepción de uno de los barcos en el estudio pertenecen a los EE.UU. o naciones europeas. Esto es probablemente porque los autores requieren listas detalladas de pasajeros para llevar a cabo su análisis, pero es una ventana bastante estrecha en el comportamiento humano. Con la muestra que se tiene, el estudio sugiere que no hay muchas reglas cuando se trata de sobrevivir a un barco que se hunde, pero si usted es una mujer, es mejor depender de la igualdad entre los sexos que la caballería.

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