Estela Maya. Créditos: Wikimedia Commons.
Los mayas a igual que otras culturas de la antigüedad como griegos, romanos, babilonios o chinos, desarrollaron sólidos conocimientos en diversas áreas de la ciencia que abarcaron desde astronomía, matemáticas hasta . Prueba de ello fue la precisión con la que calcularon los ciclos del Sol, Venus o la Luna mediante cautelosas observaciones que sirvió para deducir la noción del tiempo. A partir de la comparación de los diferentes ciclos los mayas pudieron crear calendarios para medir largos periodos de tiempo.

Limitaciones del calendario


Los mayas poseían tres calendarios: sagrado o tzolzin, civil o haab y la cuenta larga. Dentro de estos el calendario civil o haab contemplaba que el año solar duraba 365 días omitiendo el detalle que en la actualidad sabemos, en realidad un año solar dura 365 días y seis horas. Este pequeño detalle hace que con el paso del tiempo exista un desfase entre el calendario y la posición del cielo haciendo que se vuelva ineficaz para predecir las estaciones del año, su principal utilidad en las antiguas sociedad basadas en la agricultura.

El calendario maya mide el tiempo en ciclos determinados por el movimiento del Sol,  donde los ciclos varían en su duración, tan sólo uno de estos ciclos, el de Cuenta Larga, dura cinco mil años. A su vez nuestro calendario gregoriano y el maya, no tienen un punto de partida en común haciendo complicado convertir una fecha gregoriana en maya o viceversa. Es así que en la actualidad aún no existe un consenso entre los especialistas para poder relacionar ambos calendarios. 

Tomando como referencia esto último hay quienes afirman que el último ciclo del Calendario de Cuenta Larga terminó hace más de doscientos cincuenta años, un grupo reitera que concluye en 2012 pero aún considerando el 2012 como fin de ciclo, existen discusiones sobre el día en que finaliza, hay quienes consideran termina el 21 de diciembre pero otros explican el 23 de diciembre como fecha valida. Dicho de otra forma existen 50 formas de vincular ambos calendarios.

Profecías, mitos y New Age


Uno de los mayores errores acerca de la cultura maya es la interpretación de sus documentos históricos. Las únicas profecías mayas se encuentran en los "Libros de Chilam Balam". Los libros de Chilam Balam fueron escritos durante el siglo XVI y XVII siendo un importante documento para conocer la cultura maya precolombina. Sin embargo, es importante considerar que en las profecías mayas contenidas en Chilam Balam se percibe la influencia española, sobre todo en el aspecto religioso y esta manipulación sirve para ajustarse a hechos ya ocurridos.

A su vez, el movimiento New Age durante la última parte del Siglo XX y el inicio del Siglo XXI vino a popularizar la idea de un misticismo alrededor de las culturas precolombinas, promoviendo una imagen de perfección de tales civilizaciones que concluye con afirmaciones de un fin del mundo predicho por la cultura maya.

En definitiva a pesar de que haya toda una publicidad alrededor de una inminente destrucción del mundo y de todo lo que conocemos, 2012 es un fecha carente de significado en la cultura maya y aunque así lo fuera para esta civilización no elaboraron profecías en torno a un año en específico.

Peor aún en caso de que existiera una profecía de tal naturaleza, el conocimiento que poseemos acerca del Universo nos permite cuestionar además de refutar con sólidos argumentos tales predicciones. Tales profecías promovida por el New Age tales como explosiones de supernovas, fenómenos solares inesperados o la trayectoria de colisión de un planeta hasta ahora desconocido son fácilmente desmontables con el conocimiento en astronomía actual.