El neurocientífico Sam Wang dice que la predicción de los ganadores es fácil si usted sabe matemáticas.
Edificio de Spire State se torno azúl con la victoria de Obama. Créditos: Lisa Bettany/Flickr.

Aparte de los principales resultados de las elecciones presidenciales pasadas EE.UU. donde el voto concuerda, también se reivindico o vilipendio a un grupo de estadísticos blogs. Por lo menos en los tres últimos ciclos electorales, algunos bloggers han predicho el ganador de las elecciones presidenciales en cada estado, con una precisión que parece rayar en la magia. ¿Su secreto? La agregación de docenas de encuestas nacionales y estatales llevadas a cabo a lo largo de la campaña electoral, y la aplicación de la estadística.

Mucha atención se prestó a la estadística Nate Silver, quien escribe el popular blog ​​FiveThirtyEight para The New York Times. Pero el neurocientífico Sam Wang, de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, no sólo igualo la precisión de Silver en la carrera presidencial, también la superó mediante el correcto resultado de dos reñidas contiendas en el Senado que Silver perdio. Nature habló con Wang sobre su pasatiempo, como abordo su investigación y si él piensa que alguna vez habrá sorpresas en las carreras políticas de nuevo.

¿Qué hacer para celebrar el éxito de sus predicciones?



Lo curioso de todo esto es que la calidad de la información es tan alta que la noche electoral en sí es un poco decepcionante. Teniendo en cuenta lo bien que los estados están correlacionados entre sí, una vez vi que New Hampshire tenía resultados [a favor de Barack Obama], estaba bastante seguro de que las encuestas eran tan precisas como lo habían hecho en años anteriores. Por lo tanto, mi incertidumbre terminó a eso de las 9.30 pm.

¿Cómo te metiste en el ambito?

En 2004 estaba viendo la política porque estaba muy interesado y me di cuenta de que mi frustración se basaba en el ruido incesante de las encuestas, donde habría una encuesta de Ohio, una encuesta de Pennsylvania y tal vez otra de Pennsylvania que contradecían la primera. Y cada encuesta fue acompañado por una nota periodística sin aliento diciendo cómo de repente [el senador John] Kerry estaba a la cabeza o de repente [George W.] Bush estaba en la delantera. Me molestó como científico, porque las personas basan sus jucios en los puntos de datos individuales.

Lo que yo quería era una medida que podría decirme como iba una carrera presidencial en cualquier momento dado. Así que inicie un meta-análisis empleando todos los datos y diseñe un modelo probabilístico que ofreciera un resultado más fiable. Se convirtió en lo que yo llamaría un termómetro electoral que pueda ofrecer datos sobre la carrera y sus altibajos en el tiempo.

¿Su trabajo como neurocientífico ha ayudado a su modelo?



Un poco. Al igual que muchos neurofisiólogos, uso métodos estadísticos para tratar de extraer la señal de los conjuntos de datos ruidosos. Y eso es un problema común en las neurociencias, como es el análisis de datos de series de tiempo.

¿Está usando herramientas estadísticas especiales para generar predicciones?



Yo diría que se trata de matemáticas básicas como la mediana basados ​​en estadísticas de robustez, el cálculo de probabilidades, un poco de análisis estadístico Bayesiano [PDF] -pero en realidad, las cosas que son bastante simples y al alcance de cualquier aficionado-.

Lo que sucede en el modelo de datos, además de la encuesta ¿Son también indicadores económicos predictivo?


Los datos económicos no desempeñan ningún papel en el análisis. Creo que la mejor medida de la opinión es encuestadores que son expertos en su oficio, que llaman a las personas y preguntan cuáles son sus opiniones. Y así, el cálculo que hago es puramente basado en las encuestas estatales. Llamé a 50 de 50 estados [correctamente, incluyendo el Distrito de Columbia] y el estado 51, Florida, es esencialmente un empate. De las 10 carreras electorales del Senado, 10 de ellas fueron correctas. Entonces, eso es un punto de referencia que sugiere que el método funciona bien y no necesita ningún vudú econométrico.

¿Las encuestas ponderadas estan basadas en los prejuicios inherentes?


No, es más como poner un dedo en la escala ... Las personas que estén interesadas en las encuestas, tanto profesionales como aficionados, a menudo se envuelven en los detalles. Una de las cosas que trato de demostrar al hacer esto es que muchas veces esos detalles no son importantes y es mejor dar un paso atrás y mirar el cuadro completo. Es poco sentimental, pero funciona sorprendentemente bien.

Nate Silver presto atención de blogs de estadisticas ¿Era una molestia o una bendición?



Ciertamente hizo esta actividad en su conjunto el perfil más alto. En las elecciones de 2008, dio comentario del color e hizo un comentario interesante a las encuestas. Un gran número de nosotros lo hacía desde 2004, y nuestro enfoque general fue poner los agregados a la encuesta y no hablar de ellos. Hizo la innovación de dar un seguimiento -que tiene un fondo en los deportes- y lo hacía divertido.

¿Qué podría cambiar la capacidad de este tipo de método para predecir los ganadores?



La profesión de votación está cambiando. Como las personas se vuelve menos accesibles a través de teléfonos fijos, se convierte en más que un reto para llegar a las personas -ya sea por teléfono móvil o a través de Internet-.

¿Qué tan bien [los encuestadores] tendrán éxito determinando la calidad de la fuente de datos?


Otra cosa que va a salir es si la fuente de datos sigue siendo de alta calidad. Puede haber un día en que estos datos dejen de estar dominados y/o alimentados por organizaciones partidistas, u otras organizaciones que buscan controlar el flujo de información. Si eso ocurre, entonces hay una pregunta en cuanto a la integridad del conjunto de datos. En términos generales, todo depende de tener una fuente de datos de alta calidad.

¿Usted lo ve como una victoria para las matemáticas?


Creo que, en principio, debería conseguir que los periodistas y los expertos piensen dos veces antes de despedir a las personas que tienen una buena comprensión cuantitativa de las carreras políticas. Creo que fue un buen escaparate para comprender la contribución que una encuesta puede tener.

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