Dicen que la basura de una persona puede ser el tesoro de otra persona, pero a veces, la basura sólo es basura.

El llamado ADN basura, gran parte del genoma que no codifica para proteínas, en realidad no es necesario para un organismo sano, de acuerdo a una nueva investigación.

"Al menos en una planta, el ADN basura realmente es sólo basura - no es necesario-", reitera el co-autor del estudio, Víctor Albert, biólogo molecular evolutivo en la Universidad de Buffalo en Nueva York.

Mientras que los hallazgos, publicados en la revista Nature, se refieren a una planta carnívora, podrían tener implicaciones para el genoma humano. Los genes representan sólo el 2 por ciento del genoma humano, y los investigadores han discutido en los últimos años que papel juega el 98 por ciento restante que podría tener un papel oculto, útil consideran.

Basura o tesoro


Durante décadas, científicos han sabido que gran mayoría del genoma se compone de ADN que no parece contener genes para activar o desactivar otros genes. La idea de que la mayor parte de este vasto terreno del ADN oscuro consistía de parásitos genéticos que copian segmentos de ADN y se pegan a sí mismos varias veces en el genoma, consta de que los fósiles de genes útiles ya se han apagado. Los investigadores acuñaron el término ADN basura para referirse a estas áreas.

"Nadie sabe realmente lo que el ADN basura hace o deja de hacer", dice Albert a LiveScience.

Pero en los últimos años, los investigadores han debatido sobre si "basura" podría ser un término equivocado y si este ADN misterioso podría jugar algún papel. Un proyecto masivo llamado ENCODE, cuyo objetivo es descubrir el papel de los 3,3 mil millones de pares de bases, o letras de ADN en el genoma humano que no codifican para proteínas, encontró en tubos de ensayo, que alrededor del 80 por ciento del genoma no parece tener alguna actividad biológica. Ya sea traducida a una función útil o necesaria para los seres humanos, no se ha resuelto aún.

Genoma magro


Albert y colegas secuenciaron el genoma de la planta carnívora Utricularia gibba, que vive en suelo húmedo o agua dulce en todo el mundo.

Su genoma tiene sólo 80 millones de pares de bases. En comparación con la mayoría de otras especies de plantas, su genoma es minúsculo, explica Albert. El genoma del lirio, por ejemplo, puede tener hasta 40 mil millones de pares de bases.

Sin embargo, Utricularia tiene alrededor de 28,500 genes, no muy diferente de las plantas de tipo y complejidad similar.

La diferencia estaba en la basura: La planta carnívora parecía haberse despojado de una gran cantidad de ADN no codificante. Sin embargo, la planta funcionaba muy bien sin ese material.

De hecho, a través de una peculiaridad genética la planta tenía todo su genoma duplicado -es decir, la planta tiene dos copias completas del genoma-. Sin embargo, la planta carnívora de alguna manera mantiene su pequeño genoma.

Volumen innecesario


Los hallazgos sugieren que el ADN basura realmente no es necesario para las plantas sanas - y que también pueden suceder de forma similar con otros organismos, como los humanos.

Pero sigue siendo un misterio por qué algunos organismos tienen genomas hinchado con desperdicios mientras que otros genomas son ejemplos de minimalismo.

Una posibilidad es que hubo alguna presión evolutiva para quitar tal material extra del genoma. Pero eso es poco probable dado plantas similares con grandes genomas no parece que les va mal, escribe Albert.

Es más plausible que, por causalidad, la planta carnívora haya tenido procesos biológicos que favorecieron la exclusión de ADN extraño por encima de la adición de este, concluye Albert.

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