Y aquí vamos de nuevo, iniciando otro viaje espectacular a través del espacio-tiempo.

Todos somos descencientes de astrónomos. Créditos: Fox.
A más de 30 años de la serie original, Cosmos vuelve a encontrarse con las personas, esta vez conducido por Neil deGrasse Tyson. La nueva serie se llama Cosmos: Space-Time Odyssey.

Con un lanzamiento en 45 idiomas y en más de 170 países fue el mayor lanzamiento para una serie de televisión y constituye una demostración de la importancia de la ciencia. Finalmente la ciencia ha dado más que saltos en los últimos 30 años: sabemos que el bosón de Higgs existe, se ha completado el genoma humano, los neutrinos tienen masa, por citar algunos de los avances que han ocurrido.

Para todos aquellos que vieron Cosmos original, la serie inicia con un aire de nostalgia al mostrarnos a Carl Sagan durante una breve intervención para después dar paso a Neil deGrasse Tyson, en el mismo acantilado donde Sagan inició hace 30 años uno de los más impresionantes viajes cósmicos.

A través de una ficticia nave Tyson situa al espectador frente a fascinantes transiciones que combinan acción con efectos producidos con novedosa tecnología y animaciones que nos situan como si estuvieramos por primera vez ante una pantalla de cine.

Durante el primer episodio cobra importancia el calendario cósmico donde todo el tiempo cósmico se reduce a un sólo año. Con este enfoque se pone en contexto lo breve que es la historia de la humanidad, el último segundo del año corresponde al desarrollo de la ciencia y cómo esta ha cambiado la forma de apreciar el mundo.



Tyson expone como el método científico es tan poderoso, que en apenas cuatro siglos nos ha llevado desde la primera mirada de Galileo a través de un telescopio para apreciar otro mundo, hasta dejar nuestras huellas en la luna. Un mensaje que Sagan inició y que ahora Tyson continua para poder acercar la ciencia al público; haciendolo con entusiamo, de forma animada, siendo un buen anfintrión.

Cierra este círculo cuando Tyson nos muestra su nombre escrito en la agenda de Sagan, un 20 de diciembre de 1975. Tyson con apenas 17 años, ya sueño de convertirse en científico, durante ese día el astrónomo más famoso del mundo paso el día con él mostrándole los alrededores de la Universidad de Cornell. Ahora en los zapatos de Sagan tiene la misión de inspirar a la siguiente generación de niños, para que recuperen la capacidad de cuestionar y descubran la belleza de la ciencia.

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