Interestelar (2014) no sólo es un gratificante espectáculo visual que estimula de forma amena los sentidos es también una buena ración de cine en tiempos en que el cine atraviesa una crisis creativa.
Descubriendo un nuevo planeta. Créditos: Legendary Pictures/Allstar.

Abordando de forma sublime aspectos diversos de la ciencia, la cinta es dirigida por Christopher Nolan con el respaldo del físico Kip Thorne, del Instituto Tecnológico de California (Caltech).

Viajes espaciales 


El principal vehículo, Resistencia, es una agradable idea. La idea de girar como generador de gravedad necesaria para un largo viaje se agradece, sólo se echa de menos los depósitos de combustible, imprescindibles para un viaje interplanetario. Finalmente el tiempo necesario para desplazarse a Saturno es infimo, en condiciones de uso eficiente de combustible se requieren al menos 4.7 años, pequeños detalles pero que no menosprecian el mensaje final.

Matemáticas 

En el fondo del filme se dibujan matemáticas, las ecuaciones que aparecen en el libro de texto hacen referencia a las ecuaciones de la relatividad general. A su vez la trama señala como la ciencia aún no entiende cómo la gravedad y la mecánica cuántica actúan de forma junta.

Agujero de gusano

La representación del agujero de gusano esta lograda, es notable el patrón distorsionado de luz. Como se muestra al experimentar una fuerte concentración de masa, ocurre una deformación de objetos distantes.

Relatividad 

Uno de los puntos más importantes de la trama gira en torno al primer planeta que visitan, el planeta del agua, donde una hora en su superficie corresponde a siete años en la tierra. Ciertamente, esto está muy bien; es bien sabido que el tiempo fluye más lentamente en presencia de un campo gravitatorio - pero la pregunta es: ¿es correcta la afirmación? En un momento dado, se nos dice que la gravedad de este planeta es el 130% la de la Tierra -y vemos a los actores sufriendo sus efectos. Pero, ¿es suficiente para esta dilatación del tiempo? Ni siquiera cerca. Si visitará la superficie del Sol, que no es un cuerpo súper masivo, pero todavía es mucho más masivo que la Tierra, ganaría unos 66 segundos por año. Para llegar a una dilatación extrema, donde una hora corresponde a siete años, se necesitaría un fuerte campo gravitatorio como el del llamado radio de Schwarzschild del horizonte de sucesos de un agujero negro. Simplemente no hay planeta que puede tener este tipo de gravedad y si se trata de aterrizar en la superficie, sería tan fuerte que aplastaría al astronauta. Los números simplemente no funcionan.
Créditos: Legendary Pictures/Allstar.

Agujeros negros 

Si bien encontrar un planeta estable tan cercano a un agujero negro es una extensión de la imaginación, la representación visual del agujero negro -un disco de materia girando alrededor de esta mientras son absorbidas por la fuerza gravitacional- es por demás plausible.

Aunque encontrarse en una región así, supone un riesgo mayor a morir a causa de la radiación del disco que debido a la fuerza de gravedad. En un espacio así, la gravedad sería mayor en los pies que en la cabeza con todo lo que ello significa.

Aprendizajes

Películas como Interestelar se agradecen sobre todo en este momento que algunos bien aprecian de llamar genocidio cultural; los detalles a la ciencia hacen que más de uno se ilusione y porqué no, bien puede ser inspiración para las nuevas generaciones que pueden mirar a la ciencia con mayor fascinación con la que ya muchos hemos observado.