Los seres humanos amamos a nuestros perros, pero ¿los perros nos aman también? ¿O es su aparente entusiasmo simplemente una forma evolucionada de la actuación? Dos equipos han utilizado máquinas de resonancia magnética para proporcionar respuestas.
Las máquinas de resonancia magnética no pueden revelar el pensamiento pero si mostrarnos que áreas del cerebro se activan al realizar una actividad. Créditos: Borbala Ferenzi.

No podemos, por supuesto, saber lo que los perros piensan. Pero podemos ver las partes del cerebro que están utilizando en diferentes situaciones, y esto puede ser muy revelador. Cuando investigadores muestran fotografías o videos a las personas analizan las respuestas que provocan. Pero Gregory Berns, de la Universidad de Emory, Atlanta, señala que es posible que el olfato sea el sentido más poderoso y quizás más importante en los perros. En consecuencia el estudio tuvo una muestra de doce perros de diez diferentes razas para percibir olores de extraños y de personas que conocían y de otros perros mientras está acostado en una máquina de resonancia magnética.

El estudio, publicado en Marzo en Behavioral Processes, sólo uso perros que pudieron ser persuadidos para permanecer inmóvil en la máquina, motivo por el cual la muestra puede ser un poco sesgada. Sin embargo, estos perros respondieron más intensamente con el olor de los humanos conocidos que con cualquier otra aroma, las exploraciones mostraron como la región del cerebro conocida como núcleo caudado fue más activo para este olor. El caudado tiene múltiples funciones, en los seres humanos suele reaccionar a la belleza visual. Se sabe que es intensamente activo en las primeras etapas de amor romántico.

En el mismo mes, Attila Andics de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest informó en la revista Current Biology que los cerebros de los perros responden al tono emocional en nuestras voces muy parecida a como lo hacen los humanos. Andics relata como este es el primer estudio de neuroimagen comparativo de una especie no primate y los humanos no primates. Al respecto narra como se han encontrado analogías funcionales entre el perro y la corteza auditiva no primaria humana,lo cual muestra un conjunto de herramientas que ayuda a la comunicación vocal exitosa entre las dos especies.

El estudio relata como algunas partes del habla humana son comprendidas por los perros. A igual que en los humanos cada hemisferio en los perros se ha especializado para comprender diferentes partes de la comunicación; ya sea de forma directa en su forma del lenguaje o las partes más sutiles como son gestos o entonaciones

El trabajo de resonancia magnética emprendido por Andics confirma lo que personas que han convivido con caninos sabían desde hace tiempo: los canes pueden percibir diversos componentes de la comunicación.

En humanos, el hemisferio izquierdo se ha especializado por procesar información inteligible, la que proporcionan las palabras y frases; en cambio el derecho se inclina a reconocer la información que proporcionan los gestos y la entonación. Algo similar ocurre con los perros.

Otro de los datos que se confirman es que conforme el acercamiento entre perros y humanos ha crecido, hay una mayor tendencia de los canes por mirar a las personas a los ojos. Lobos que también fueron estudiados e incluso criados desde cachorros no estaban inclinados a hacer contacto visual. Los únicos animales que suelen también hacerlo son los primates; pero en perros es más importante que en otros animales, mostrando la vinculación con sus respectivos dueños.

Todo estas similitudes se pueden entender como resultado de la convergencia evolutiva, iniciada desde que el ser humano domesticó a los perros.

Los escáneres no obstante no se han extendido a los gatos. Posiblemente porque todo el mundo tiene miedo de lo que los resultados puedan revelar.