2012 fue un año lleno de resultados alentadores para el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). En Julio de 2012 científicos del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) en Ginebra relataron el descubrimiento de una partícula que coincidía con las predicciones del Bosón de Higgs. Y apenas en 2013 la Academia de Ciencias de Suecia anunciaba que el galardonado de física de ese año recaía en Peter Higgs y François Englert, quienes de forma separada habían previsto tal partícula.
Experimento ALICE, uno de los cuatro detectores del LHC. Créditos: CERN.

Con el descubrimiento del Bosón de Higgs se puede explicar el origen de la masa de toda la materia que podemos percibir, la materia visible, es el elemento restante e imprescindible necesario en el Modelo Estándar de Partículas. Su hallazgo sirvió para para completar un esquema en el cual muchos físicos teóricos han trabajado durante los últimos años.

El descubrimiento del Bosón de Higs fue uno de sus propósitos iniciales, pero no es el único, aunque para ello requería una exhaustiva labor de mantenimiento, misma que inició en Febrero de 2013 y que ha durado 16 meses.

Apenas en Junio de 2014, durante una rueda de prensa el CERN anunció que el Colisionador iniciaría labores en 2015 para hacerlo de forma ininterrumpida durante los siguientes tres años. Ese día informaban que los ingenieros habían terminado de instalar los electroimanes superconductores que sirven para guiar los protones a través del anillo hasta hacerlos colisionar, una precisión que se realiza en un ambiente donde la temperatura debe mantenerse a los -271° C. Para febrero o marzo iniciará las primeras pruebas y dar luz verde a las colisiones en mayo con el funcionamiento pleno de su cuatro experimentos: ALICE, ATLAS, CMS y LHCb.

En esta nueva etapa de funcionamiento los protones colisionarán a 13 TeV, casi el doble de la energía de su primera etapa cuando logró impactos a  7 teraelectrovoltios (TeV), lo que permitirá nuevos descubrimientos para poder comprender la naturaleza de la materia y energía oscura, además de confirmar o descartar dimensiones adicionales e indicios de supersimetría.