Organismos microscópicos florecen en la estela del desastre
Barreras de contención en el refugio de Vida Silvestre Breton. Créditos: Guardacostas de EE.UU.

Igual que los automóviles, microbios usan aceites como combustible y frente al grave derrame de petróleo de British Petroleum en 2010, están ayudando a mejorar las condiciones en el Golfo de México.

Y es que hay más de 150 moléculas diferentes de hidrocarburos que conforman el lago tóxico producto de la inoperancia de BP. En este lago los microorganismos actuan con los hidrocarburos de menor tamaño y dispersos.

Frente a ello las corrientes oceánicas, tienen dos efectos: mantienen el petroleo en alta mar y estimulan la actividad microbiana dentro de la marea negra. Bajo estas corrientes el crecimiento de las bacterias se estima en una población de 100 mil billones conformadas por Colwellia, Cycloclasticus, Oceanospirillales, Alcanovorax, Methylococcaceae y otras especies bacterianas.

Por desgracia incluso con esta población aún no es posible limpiar todo el desastre ambiental (conformado por gas natural, metano, etano, butano, propano y pentano) y otra parte de hidrocarburos con un tamaño que dificulta su consumo.

La población bacteriana parece también tener relación con la nieve marina aceitosa que recubre el fondo del Golfo de México desde el incidente de BP; un efecto secundario del desastre del cual aún se desconoce su impacto. Tal sedimento se encuentra a 1,000 metros sin que hasta el momento se sepa cuál es su potencial.

Ahora los científicos buscan obtener muestras para averiguar que hidrocarburos son biodegradables o cuales inclusive son degradados por la luz solar, aunque no se sepa si los hidrocarburos degradados por la luz solar tienen un mayor o menor impacto toxicológico.

Ante un panorama desolador, sobra decir que las moléculas más pequeñas de hidrocarburos no pueden ser consumidas si el medio no tiene los nutrientes suficientes, como el nitrógeno o fosforo. Son elementos que regulan la biodegradación. Además no falta hacer notar las ideas de Darwin que si no fallan, describen que junto con el aumento de población de bacterias debió también surgir un auge de depredadores o virus que pueden infectar la colonia. Por otra parte la marea negra se ha dispersado a la profundidad del océano o al barro de los pantanos de Louisiana, Por estas razones el petroleo del pozo Macondo persiste cinco años después y tal vez será por un tiempo indefinido pese los esfuerzos puestos en la limpieza y las denuncias interpuestas frente a la inacción de British Petroleum por haber prevido un desastre de esta magnitud.

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