Antes de que entre en pleno funcionamiento se revisaran los sistemas para poder aumentar la energía de los haces de partículas.
Lluvia de partículas obtenida durante una colisión. Créditos: CERN.
Después de haber estado en actualización por dos años, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) esta de nuevo en línea, anunció el CERN el domingo.

A las 10:41 am (hora local) un haz de protones inició su recorrido, segundos después un haz de partículas en dirección contraria iniciaron su recorrido informó la Organización Europea para la Investigación Nuclear.


Los haces han iniciado su circulación con una energía de inyección de 450 GeV. En los próximos días operadores revisarán todos los sistemas antes de aumentar la energía de los haces, se espera que en los próximos meses alcance 6,5 Tera electrón-voltios (TeV) por haz.


Los dos detectores de propósito general son en estructura similar a una cebolla, divididos en diferentes capas. Los detectores ubicados en sus capas más intimas a base de silicio, tienen una alta alta resolución de detección. Están además los calorímetros, que miden la energía de electrones y fotones. Más allá de eso, los imanes hacen que las partículas cargadas tomen una trayectoria curva a través del hardware, además de ayudar en la identificación. Grandes áreas del detector son placas de hierro que ayudan a dar forma a los campos magnéticos resultantes.

Las renovaciones permitirán que el LHC alcance los límites de energía para los que fue diseñado.
Aunado están los calorímetros de hadrones que medirán la energía de partículas compuestas como quarks-protones, neutrones. Así como los detectores de muones que constituyen el exterior de la extructura, puesto que los muones son partículas relativamente estables (su vida media es de 2.2 microsegundos).

Mediante el seguimiento de partículas a través de los diversos detectores, es posible reproducir las pistas de todo lo que se produce durante una colisión. Esto se realiza en los propios detectores, que determinan si los datos de colisiones es almacenado o no, en función de si representa un comportamiento ya descrito o es algo potencialmente interesante. Fuera de unos 40 millones de colisiones por segundo,  aproximadamente 100 se mantienen, lo que impide un flujo de datos que saturaría todo el sistema. Incluso con este filtrado pesado, el LHC obtiene 15,000 TB de datos cada año.

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