La Universidad de Witwatersrand, en colaboración con National Geographic, anunció el descubrimiento de un antepasado que se encuentra dentro del género Homo, se trata de Homo naledi.

El descubrimiento proviene de uno de los lugares con mayor cantidad de fósiles de África y permitirá comprender de mejor forma los orígenes y la diversidad humana, y derrumba una idea que se creía exclusiva de los seres humanos modernos: las rituales funebres. El descubrimiento ha sido publicado en dos artículos en la revista de acceso abierto eLife.

H. Naledi inició como un tropiezo hace dos años por espeleólogos aficionados durante una exploración de un sistema de cuevas conocido como Rising Star, ubicada en la famoso Cuna de la Humanidad, Patrimonio Mundial de Sudáfrica. A partir de esto, surgió la Expedición el Rising Star quienes en noviembre de 2013, durante 21 días e involucrando a un equipo de 60 científicos y espeleólogos voluntarios esperaban recuperar al menos un esqueleto, aunque el resultado fue muy diferente.
Reconstrcción de la cabeza de un Homo Naledi, realizada por el paleo artista John Gurche. Créditos: Universidad de Witwatersrand, National Geographic Society y South African National Research Foundation

La expedición logro recolectar al menos 15 individuos de una sola especie de homínidos, representada por más de 1,500 elementos fósiles que se encontraban dentro de una sola cámara en la oscuridad total a unos 90 metros de la entrada. La cámara sesotho, (estrella en lengua sudafricana) albergaba a estos quince individuos aunque se tiene la certeza que la sala esta llena de restos fósiles.

Entre los elementos descubiertos hay desde bebés pasando por adolescentes, hasta adultos jóvenes y ancianos. La especie parece ser una combinación de características primitivas y humanas moderna. Un homínido excepcionalmente alto, el bípedo H. Naledi midió alrededor de 150 centímetros y era claramente delgado, con poderosas articulaciones. Sus proporciones humanas delgadas y largas piernas probablemente se relacionan con el hecho de que no tenía que soportar mucho peso, con un peso de alrededor de 45 kilogramos.

No obstante tienen una pequeña cabeza. Tan pequeña que su cerebro es similar al de los más pequeños australopitecus, un grupo de homínidos extintos, medía alrededor de 450 a 550 centímetros cúbicos. Sólo había una pequeña discrepancia entre hombres y mujeres, no sólo en términos de tamaño del cerebro, sino en todo el cuerpo. De hecho, todas las fósiles son muy similares, como si se tratará de pares de gemelos humanos idénticos. En consecuencia, se cree que los individuos estaban estrechamente relacionados, como si se tratará de una familia multigeneracional.

Lo que también es notable es cómo la especie parece ser la transición en sus características, desde la primitiva a la moderna. La pelvis y los hombros - son primitivos, como su núcleo en forma de cono, pero culmina en extremidades asombrosamente parecidas a los humanos. La mano es casi totalmente similar a la humana, a excepción de dedos muy curvados. Pero sus hombros son capaces de girar más que los nuestros, lo que sugiere que participan en escaladas. Y los pies son virtualmente indistinguibles de los nuestros, hacían contacto con el suelo de una manera similar.

Ante este panorame surge la cuestión ¿cómo llegaron estos individuos a un oscuro, aislado y muy difícil acceso de la cueva? Donde una de las grietas más estrechas es de apenas 17,5 centímetros de ancho, no habiendo otras entradas a la pequeña cámara. Además de no haber otras especies, aparte de unos pocos huesos de roedores y aves.

Después de descartar todos los escenarios probables, como la muerte masiva, el transporte por el agua y la depredación, el equipo se quedó con lo improbable: esta especie lo hizo deliberadamente, colocó a sus muertos en un área protegida, lejos del ambiente externo. Antes de su descubrimiento, se pensaba que era una característica específica de los humanos modernos.

Aparte de la evidencia de entierros rituales, se sabe poco de su comportamiento.Tal como está, no sabemos la edad que los fósiles, ni sabemos por cuánto tiempo existió la especie.

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