Un estudio analiza los elementos de una pandemia

Cuando un virus salta de la vida silvestre a los seres humanos, puede provocar unas pocas infecciones o bien volverse un brote explosivo. Por ejemplo, los expertos en salud temían que el virus de la gripe aviar H5N1 diera lugar a una pandemia masiva y mortal en los seres humanos en la década del 2000, pero con su limitada capacidad para saltar de un humano a otro, el miedo quedo atrás, cosa que no ocurre con el zika, ebola, y el VIH/SIDA.
Créditos: Flickr/Nicolas Raymond

Averiguar de forma previa el tipo de escenario viral en el que se desarrollará una nueva infección es vital para proteger la salud pública, permitiendo a los funcionarios de salud anticipar y frustrar la propagación de infecciones antes de que estas se salgan de control. Pero los investigadores se han esforzado en gran medida y han logrado resultados poco alentadores.

Para tratar de romper la receta molecular de una pandemia, los investigadores analizaron una serie de características biológicas de 203 virus, considerando los elementos que han y no han causado grandes brotes. Los investigadores trataron de encontrar predictores de potencial infeccioso entre las características de cada virus, incluido su árbol genealógico; genoma (ADN o ARN), longitud y segmentación; estructura exterior de su partícula viral; tendencia a recombinarse con virus relativos y producir variaciones en su genética; tiempo que se hospeda en la víctima; mortalidad; y si o no se propaga a través de un vector, como son mosquitos o garrapatas. Los resultados aparecen en Proceedings of the National Academy of Sciences.

De forma sorpresiva, los investigadores encontraron que los genomas segmentados y la tendencia genética a recombinar no eran buenos indicadores de potencial pandémico un virus. Estos datos se enmarcan dentro de las infecciones del punto muerto de H5N1, el cual tiene un genoma segmentado que se recombina con facilidad.

Los factores que fueron buenos predictores de potencial pandémico incluyen la capacidad de mantener una víctima viva por un tiempo, considerando el tiempo en que el infectado puede mantener la propagación de la infección. Además, el tener una estructura exterior sin envoltura es también un buen predictor. Esto puede ser debido a que carecen de una capa protectora para las proteínas virales internas y se tienen más oportunidades para interactuar e infectar una variedad de células incluyendo las células humanas.

Pero el predictor más fuerte de potencial pandémico es la transmisión directa de persona a persona, sin considerar que el virus Zika transmitida por mosquitos es una rareza de transmisión vectorial.

De los 69 virus transmitidas por vectores, que infectan a humanos incluidos en el estudio, sólo seis tienen el potencial de diseminarse de persona a persona. Esto puede ser debido a que muchos de los 69 virus también infectan poblaciones de animales conocidos como salvajes "depósitos". Si bien este tipo de poblaciones depósito puede dar a los virus oportunidades constantes para infectar a las personas, el cambio a un nuevo huésped, tales como un ser humano, es un obstáculo biológico. En los casos en que un virus salta a un ser humano, no suelen adaptarse para infectar a otros seres humanos.

El virus Zika, identificado primero en los monos, es el único virus vector de transmisión que parece es capaz de romper completamente su ciclo de depósito y difundirse de forma independiente entre los seres humanos a través de la transmisión sexual.

A pesar de la excepción, los autores tienen la esperanza de que el análisis puede ayudar con las predicciones de virus emergentes. Al identificar las principales características biológicas de virus emergentes con éxito, el análisis se puede utilizar para generar predicciones a gran escala de la probabilidad de que un virus logre ser propagación epidémica.

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