Créditos: Flickr/University of Liverpool |
Un grupo de investigadores en diversas áreas, desde la arqueología hasta la paleogenética ha colaborado en un artículo en Science para explicar cómo se llegó a esta conclusión. El grupo comenzó con la secuenciación de ADN de perros antiguos y modernos para medir la deriva genética. La pieza clave del estudio fue un hueso muy bien conservado de un perro que vivió hace 4,800 años en Irlanda, más o menos en la época en que Stonehenge se construía. Al comparar el ADN de este perro con más de 600 muestras de perros modernos y fragmentos de ADN de otros perros antiguos, el equipo pudo determinar que el perro occidental pertenecía a un grupo genético que diverge de los perros de Asia en un periodo comprendido entre los 14,000 y 6,400 años.
De ser así, tendríamos una sólida evidencia de que los perros fueron domesticados en Asia y se extendieron hacia el oeste en Europa, pero hay un problema. La evidencia de perros domesticados en Europa es de hace 15,000 años, por lo menos 1,000 años antes de que los ancestros del perro irlandés divergiera de los perros de Asia. Los investigadores han encontrado pruebas de perros domésticos en el último período paleolítico en ambos lados del continente euroasiático, pero nada en el centro del continente. Si los perros domésticos asiáticos se extendieron a Europa, se debería encontrar signos de ellos de hace miles de años en Asia Central. Sin embargo, no existe tal evidencia. Sobre las muestras descubiertas por los arqueólogos en sitios paleolíticos, parece ser que los perros domesticados humanos surgieron hace unos 15,000 años en Europa y Asia oriental. Sólo después los perros asiáticos cruzaron el continente con los seres humanos y suplantaron a los antiguos perros europeos.
Pero para estar absolutamente seguros, se requiere más investigación. Se necesitan más secuencias de genomas y obtener una visión más completa de la genética de poblaciones de antiguos perros. También es posible que podamos encontrar evidencia arqueológica de perros antiguos en el centro de Asia, lo que significaría que los seres humanos podrían haber traído perros con ellos desde Asia a Europa mucho antes de los 15,000 años. Por ahora, al menos, una cosa es cierta: en algún momento entre hace 14,000 y 6,400 años, los perros de Asia llegaron a Europa, se cruzaron con perros locales y los sustituyeron. Casi todos los perros actuales son descendientes de los perros domesticados en Asia.
Lo que es fascinante es que ahora tenemos información de que no hubo una sola domesticación. De forma paralela hace miles de años, los seres humanos a lo largo de Eurasia llegaron a tener ideas muy similares acerca de los lobos, quienes vieron en ellos potenciales amigos y aliados. Y de esa chispa de reconocimiento cambió el curso de la vida humana y canina para siempre.
Annalee Newitz,"Where do dogs come from? Genetic evidence offers a new origin story", Ars Technica.
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