Sumido Brasil en una crisis política, social y enfrentando una grave recesión económica los Juegos Olímpicos Río 2016 están en medio de la polémica. En los últimos meses las denuncias sobre los abusos policiales, violaciones a derechos humanos, militarización de regiones y los mega proyectos turísticos que produjeron desplazados y exclusión pusieron de manifiesto la otra cara del país que no se mostraba en los medios masivos de comunicación.

En medio de este panorama desolador, hay un poco de luz y esta proviene de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados quien labora para reconstruir la vida de todos aquellos quienes por distintos conflictos ahora viven en nuevos países.

Desde 1994 el Comité Olímpico Internacional (COI) comenzó a colaborar con ACNUR en campamentos para refugiados y áreas de reasentamiento. Entre las actividades que se promueven incluyen actividades deportivas orientadas principalmente a niños que han huido de sus hogares debido a las guerras, violencia y persecución.

Con el fin de acercar las Olimpiadas a los distintos campamentos que existen en el mundo, ACNUR organizó los "Juegos de Refugiados" en 15 lugares alrededor de la Tierra paralelos a los Juegos en Río, donde se participan en disciplinas que van desde el boxeo, pasando por taekwondo, atletismo hasta el fútbol.

El equipo olímpico de atletas refugiados en Río 2016
Créditos: ONU/ACNUR.


Diez refugiados conforman la histórica delegación: dos nadadores sirios, dos yudocas de la República Democrática del Congo, un maratonista de Etiopía y cinco corredores de Sudán del Sur.

Dentro de ellos esta Yusra Madini, quien ya representaba a Siria en competencias internacionales, la guerra lo cambo todo. A medida que el conflicto se agravo tuvo que huir con su hermana primero a Damasco, luego Beirut, después Estambul hasta llegar a Izmir.

Cuando las condiciones empeoraron tuvieron que huir de Siria como miles de personas lo hacen todos los días y tomaron un bote para cruzar el mar Mediterraneo, sin embargo la embarcación pronto emepzo a llenarse de agua y comenzó a hundirse.

Yusra junto a su hermana Sarah y dos hombres que iban a bordo se lanzaron al agua para empujar la lancha durante tres horas hasta que llegaron a la Isla de Lesbos en Grecia, todas las personas que iban a bordo lograron salvarse.

Su travesía la llevo a viajar en condición de refugiado, recurriendo en ocasiones incluso a traficantes de personas hasta llegar a Berlín en septiembre de 2015.

Desde entonces entrena con el club Wasserfreunde Spandau 04 y a través del deporte bsuca ser una motivación y motivo de alegría a quienes perdieron todo alrededor del mundo.