El próximo 21 de agosto podremos ver un eclipse solar que ofrecerá una peculiar -aunque breve- vista cuando el sol desaparezca detrás de la luna, reemplazando un brillante cielo de verano con oscuridad.

¿Está bien observar directamente? La respuesta es no, al menos no sin la protección adecuada. Es peligroso mirarlo a simple vista o con un teléfono inteligente, binoculares o un telescopio. Mirar al sol, no importa qué pequeño se vea o cuánto tiempo lo mire, puede provocar daños temporales, y a veces permanentes, a la visión.
Créditos: Erik Drost/Flickr.

Lentes de sol corrientes y lentes de cámara o telescopio no protegen sus ojos. Los espectadores deben utilizar gafas diseñadas especialmente para este tipo de eventos, que pueden bloquear los rayos nocivos del sol.

Gafas con designación "ISO 12312-2", indica que el producto cumple con estándares internacionales de seguridad.

¿Cuándo debo ocupar lentes o filtros?


El momento de totalidad es el período en que la cara del sol está totalmente cubierta por la luna y el cielo es el más oscuro. El eclipse parcial es cuando la cara del sol está sólo parcialmente cubierta.

Sólo durante la totalidad o eclipse total -que dura menos de tres minutos- se pueden quitar las gafas especiales con filtros solares. Aunque para la mayoría de las personas, lo mejor sería mantener los lentes puestos.

En aquellos lugares donde hay eclipse parcial, no hay tiempo seguro para quitarse las gafas de protección.

¿Porqué hay que protegerse del sol?

Nuestros ojos están condicionados únicamente para manejar las condiciones típicas de la luz del día. Las células de la retina -la parte posterior del ojo- están acostumbradas a niveles de luz más consistentes de luz ambientales como estando los que se mantienen al estar en casa o la calle, pero no mirando directamente al sol.

Mirar directamente al sol sin filtros solares adecuados puede significar un problema rápidamente. Las longitudes de onda de luz específicas dentro de los poderosos rayos solares pueden dañar las células de la retina que están en la fóvea, un pequeño hoyo en la retina central que facilita la visión de alta agudeza para la lectura, reconocimiento facial y conducción.

Ese daño puede causar un ‘agujero’ parcial en la retina u otros cambios en una condición llamada retinopatía solar. Dependiendo de la duración y la extensión de la exposición, los resultados pueden variar. Tener visión borrosa o ver manchas podrían ser daños pasajeros. En otros casos, los daños podrían ser permanentes: la visión nunca más volvería a ser normal.

Aunque la mayoría de la gente sabe que no debe mirar directamente al sol, el próximo eclipse solar es un evento raro que inspirará a muchos a levantar la mirada hacia el cielo.