Pruebas realizadas con una máquina de resonancia magnética en Hungría estudiaron la disposición de los perros a cooperar con nosotros. Mediante el seguimiento de la actividad cerebral de los perros, los investigadores determinaron que los perros no sólo reconocen las palabras, sino también el tono emocional.
"Niña fotografiando un perro. Créditos: Flickr/National Media Museum." |
El trabajo fue realizado por un grupo de investigadores con sede en Budapest partiendo de una hipótesis: los perros pueden reconocer tanto el significado de lo que se dice (técnicamente, su contenido léxico), así como la entonación utilizada en decirlo. En otras palabras, no es suficiente decir "perro bueno" tiene que sonar sincero.
Para probar esta hipótesis, los autores consiguieron perros que pudieran permanecer sentados en un tubo de resonancia magnética. La resonancia magnética identificó aquellas regiones en el cerebro que tienen un aumento en la actividad después de un estímulo. Los estímulos en este caso fueron las palabras habladas. Para el control, los autores registraron conjunciones como "Akar" (que significa "como si", usado generalmente como un sarcasmo). Todas estas palabras se registraron tanto en un tono neutro y un registro más agudo similar al que normalmente se utiliza para indicar elogios.
Por otra parte, un grupo de afirmaciones positivas tales como " 'ɒzɒz" ( "eso es todo") y "' yɟɛʃ" ( "inteligente") se registraron en ambos tonos: neutros y elogios. Se pidio a no hablantes de húngaro que calificarán las grabaciones de acuerdo al tono en que eran pronunciadas, aunque desconocieran su significado.
En los seres humanos, el lado izquierdo del cerebro se especializa en la identificación de sentido de las palabras habladas. Esto parece ser cierto también para los perros. Áreas en el lado izquierdo del cerebro humano responden específicamente a palabras o frases que se utilizan para transmitir elogio. En contraste, el experimento húngaro no mostró ninguna indicación de la actividad mejorara en el cerebro canino cuando se usaron conjunciones. Esto sugiere, en palabras de los autores, "que los cerebros de perros mantienen las representaciones léxicas de entonación independiente de su significado."
Los sistemas auditivos de los perros también fueron puestos a pruebas al usar diferentes tonos, pero en este caso, fue un área en el lado derecho del cerebro la que se activó. El área mostró una mayor actividad en respuestas tanto a elogios como a palabras neutras, pero no había una diferencia notable entre las dos.
El resultado más convincente, sin embargo, se produjo cuando los autores analizaron las regiones del cerebro que se utilizaban para procesar las recompensas. Aquí, simplemente palabras de elogios no fueron suficientes para causar una mayor actividad. Al oír un conjunto en un tono agradable tampoco lo fue. Los centros de recompensa sólo se iluminaron cuando tanto el tono y las palabras fueron consistentes con los elogios. En otras palabras, tanto los lados derecho e izquierdo del cerebro tenían que estar de acuerdo que estaban escuchando elogios para que el perro tuviera una sensación de recompensa.
Esta interpretación puede sonar como un poco de suposiciones, teniendo en cuenta que los perros no fueron capaces de responder efectivamente a elogios. Pero a principios de este mes, un equipo diferente publicó un documento que también colocó perros en un escáner de resonancia magnética. En ese estudio, los autores también observaron los centros de recompensa neurológicos caninos con el fin de medir la respuesta de perros a alimentos o el elogio de sus dueños.
En otras palabras, los cerebros de los perros respondieron con mayor actividad a sus propietarios que la comida, había mayor probabilidad de que corrieran hacia el dueño en lugar de los alimentos.
Estudios anteriores han indicado que los perros pueden reconocer palabras; se estima que puedan realizar un seguimiento de hasta 1,000 diferentes palabras asociados a su significado. Aunque es una forma relativamente simple de asociación. El trabajo aquí sugiere que los perros pueden percibir realmente el significado de ciertas entonaciones de la voz humana.
Los autores argumentan que los resultados aportan conocimiento sobre la cognición de los mamíferos y específicamente sobre la nuestra. Dado que los humanos procesamos el significado de las expresiones usando tanto los lados derecho e izquierdo del cerebro, nuestro uso del lenguaje puede ser sólo una elaboración de una característica básica de los mamíferos. El procesamiento léxico no parece ser una capacidad exclusivamente humana que se deriva de la aparición del lenguaje, se trata, afirman los investigadores, de una función más antigua que pudo ser explotada para enlazar secuencias de sonidos arbitrarios a sus significados. Lo que hace que las unidades léxicas exclusivamente humanas por tanto, no es la capacidad neural para procesarlas, sólo la invención de usarlas.
Referencia:
- John Timmer, "Dogs recognize both words and tone to know when they’re good", Ars Technica.
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